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El famoso asesino en serie Charles Sobhraj llegó el sábado a Francia tras pasar casi dos décadas entre rejas en Nepal.
Shobhraj, de 78 años, está acusado de matar a varias turistas occidentales en Asia y se le conoce comúnmente como el “asesino del bikini”.
El asesino convicto cumplía cadena perpetua en Nepal, pero un tribunal nepalí ordenó su puesta en libertad a principios de esta semana por motivos de mala salud, buen comportamiento y por haber cumplido ya la mayor parte de su condena.
Shobhraj estaba recluido en una prisión de alta seguridad de Nepal desde 2003, cuando fue detenido acusado de asesinar a la mochilera estadounidense Connie Jo Bronzich en 1975.
Posteriormente fue declarado culpable del asesinato del amigo canadiense de Bronzich, Laurent Carriere, y había cumplido 19 de los 20 años de condena.
Durante su vuelo fuera de Nepal, Shobhraj dijo a AFP que no era culpable del asesinato de Bronzich y Carriere y que el caso contra él se basaba en documentos falsos.
“Tengo mucho que hacer. Tengo que demandar a mucha gente”, dijo.
La liberación de Sobhraj es una sorpresa para muchos, ya que había adquirido infamia después de que la policía le acusara de una serie de asesinatos en los años setenta y ochenta.
También se le ha llamado “el asesino del bikini” y “la serpiente”, y este último apodo se utilizó como título de una serie de Netflix basada en sus crímenes.
Sobhraj fue etiquetado como “La serpiente” por su evasión de la policía y el uso de disfraces.
Es sospechoso de haber matado a más de 20 mochileros occidentales en la “ruta hippie” por Asia, normalmente drogándoles con comida o bebida mientras les robaba.
También se sospecha que mató a un grupo de ciudadanos franceses en Delhi y a seis mujeres en Tailandia.
En el pasado también se fugó de la cárcel de alta seguridad de Tihar en Delhi envenenando a los guardias y era famoso por su aparente estilo de vida extravagante. Al parecer, cuando estaba en la cárcel de Tihar, Sobhraj podía salir de fiesta los fines de semana y recibía visitas conyugales de sus “admiradores”.
Hasta la fecha se desconoce el número real de víctimas de los presuntos delitos de Sobhraj, pero sigue siendo una figura peculiar en Asia.
Información adicional de las agencias
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