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Un candidato republicano a la gobernación de Alaska se enfrenta a las acusaciones de haber acosado sexualmente a una antigua asistente cuando era alcalde del municipio.
La demanda presentada el viernes acusa a Charlie Pierce de “constantes toques físicos no deseados, comentarios sexuales e insinuaciones sexuales”, informó el Anchorage Daily News.
El caso no apareció en un sistema de registros judiciales en línea el sábado. La abogada de la mujer con sede en Anchorage, Caitlin Shortell, dijo en un correo electrónico a The Associated Press que fue presentado en el Tribunal Superior de Kenai, y que esperaba que un juez fuera asignado el lunes.
“Cuando un funcionario electo abusa de su poder y posición para acosar sexualmente a servidores públicos, debe rendir cuentas”, dijo Shortell.
La AP no suele identificar a las presuntas víctimas en los casos de acoso sexual.
Pierce es uno de los cuatro candidatos que se presentan a gobernador en Alaska, y todos comparecieron en un foro el sábado por la mañana en Anchorage.
“No tengo comentarios sobre futuros litigios”, dijo Pierce a la AP tras el debate.
Dijo que tampoco tenía planes de terminar su campaña a pocas semanas de las elecciones del 8 de noviembre. “Seguiré en la carrera”, dijo.
La demanda también nombra al Borough de la Península de Kenai, al sur de Anchorage, como acusado en el caso, alegando que el gobierno local no protegió a la mujer. También afirma que el municipio no le proporcionó ningún medio para denunciar el acoso o la discriminación sin temor a represalias.
Se envió un correo electrónico al abogado del municipio, Sean Kelley, en busca de comentarios.
Según la demanda, la mujer fue asistente de Pierce durante unos 18 meses, hasta junio de 2022.
Pierce anunció en agosto que dimitiría en septiembre para centrarse en su campaña para gobernador. La asamblea del municipio emitió más tarde un comunicado en el que se afirmaba que se había pedido a Pierce que considerara la posibilidad de dimitir voluntariamente después de que una empleada presentara lo que se consideraba una denuncia creíble de acoso contra él.
En la demanda, la mujer afirma que Pierce le tocó los pechos, le hizo comentarios sexuales, la encerró falsamente en su despacho privado, le besó el cuello y la cara, le hizo preguntas sobre su vida sexual y le hizo abrazos y masajes no deseados y no solicitados.
El municipio ha pagado a otros dos ex empleados una suma combinada de 267.000 dólares en acuerdos por quejas separadas contra Pierce, informó el Daily News.
En uno de ellos, el municipio pagó a la ex directora de recursos humanos Sandra “Stormy” Brown 150.000 dólares en un acuerdo después de que ella afirmara en una demanda que Pierce la despidió después de que le dijera que le habían diagnosticado un cáncer de mama terminal. Ella alegó discriminación por género, discriminación por discapacidad y creación de un ambiente de trabajo hostil.
El municipio también pagó 117.000 dólares para resolver una queja de un posterior director de recursos humanos si el empleado aceptaba no hacer “más alegaciones de ‘actos ilegales’ por parte del alcalde Pierce” y retiraba sus acusaciones de acoso, informó el periódico Anchorage.
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