Mentimeter es cliente de Business Reporter
Cómo los momentos de compromiso cotidianos y la toma de decisiones de inteligencia colectiva mejoran el rendimiento empresarial
Un desafío clave para los líderes que buscan mejorar el rendimiento empresarial es tomar las decisiones correctas, rápidamente. Numerosos indicadores demuestran que muchas empresas tienen dificultades para afrontar este reto. El impacto anual de la colaboración ineficaz y de la toma de decisiones inadecuada es enorme, ya que se desperdician miles de millones en salarios gastados durante reuniones ineficaces y en decisiones que rigen las operaciones cotidianas sin tener en cuenta la información importante.
Para hacer frente a este reto, las empresas necesitan optimizar la colaboración e impulsar el compromiso para capacitar a una generación de líderes para que tomen mejores decisiones empresariales mediante la toma de decisiones conjunta. La clave para conseguirlo es utilizar el poder del anonimato, convirtiendo a las audiencias pasivas en contribuyentes activos y creando momentos de compromiso en nuestro trabajo diario.
Estos son los tres principios de lo que yo llamo Liderazgo de la Escucha.
Colaboración para la toma de decisiones de alto impacto
La forma en que las empresas y los líderes toman las decisiones más impactantes, perspicaces y procesables es a través de la colaboración. Aprovechar la inteligencia colectiva de su organización es la clave para una buena toma de decisiones. Pero la colaboración es la gran habilidad no perfeccionada del lugar de trabajo.
La mayoría de los equipos utilizan programas de mensajería para gestionar la comunicación diaria y la gestión de tareas. Estas herramientas tan conocidas suelen funcionar bastante bien para facilitar la colaboración, tanto si el equipo se encuentra in situ como a distancia.
Los problemas suelen surgir cuando los equipos colaboran de forma más ocasional y limitada en el tiempo. En los talleres y en las sesiones de brainstorming, solemos tener la capacidad y las herramientas necesarias para tener éxito en la fase divergente, esa fase en la que el objetivo es poner ideas sobre la mesa, hacer rebotar las sugerencias y ampliar el número de opciones. Pero aquí es donde muchos equipos tienen problemas.
Toma de decisiones de inteligencia colectiva
Donde solemos fallar es en esa fase final en la que se toman las decisiones y se acuerdan los siguientes pasos. Esta parte crucial de cualquier taller o reunión a menudo significa la diferencia entre una colaboración que tiene un alto impacto en el negocio o un bajo impacto en el negocio. Pero es la fase en la que a menudo nos equivocamos.
A menudo carecemos de los medios sociales y técnicos para definir una sola idea o punto de acción que se pueda sacar de la reunión. En cambio, lo que suele ocurrir es que la persona con la voz más fuerte impone su idea o un líder toma una decisión ejecutiva fuera de la reunión que no aprovecha la inteligencia colectiva del grupo.
Las malas decisiones empresariales suelen producirse debido a los prejuicios que desconocen los responsables de la toma de decisiones. Investigación de McKinsey descubrió que, si no se controlan, los prejuicios inconscientes socavan la toma de decisiones estratégicas y tienen un impacto negativo en el rendimiento empresarial. Una solución sencilla y de bajo coste para este problema común es el anonimato. Cuando se ocultan los antecedentes del colaborador (antigüedad, identidad de género, raza/etnia, etc.), los líderes y los participantes son libres de evaluar la aportación sólo por sus méritos y libres de cualquier sesgo consciente o inconsciente.
Las empresas necesitan un mecanismo que garantice que se escuche la voz de todos en la sala. Aprovechar la inteligencia colectiva del grupo y asegurar la participación de todo el equipo mediante una toma de decisiones inclusiva. Hacer que todo este proceso sea anónimo también permite que los miembros del equipo contribuyan de forma honesta, libre y sin prejuicios, lo que significa que gana la mejor idea, en lugar de la voz más fuerte.
El anonimato es la clave. Da a los empleados la oportunidad de hablar con libertad y honestidad, sabiendo que su contribución será leída y comprendida sin ningún sesgo inconsciente. Sabemos que trabajar de esta manera produce una atmósfera de inclusión y transparencia que es increíblemente valiosa para el compromiso y la confianza de los empleados.
La crisis del compromiso significativo en las empresas
Otro problema acuciante para mejorar el rendimiento empresarial en muchas empresas en estos momentos es el reto del compromiso. Incluso con las mejores herramientas y prácticas de colaboración, un alto impacto empresarial requiere un equipo comprometido… y el compromiso de los empleados ha estado en crisis durante algún tiempo.
Cuando traemos las formas de trabajo prepandémicas al presente postpandémico, el resultado es una cohorte de empleados poco comprometidos. Muchos trabajadores van de reunión en reunión en silencio, se comunican sólo a través de expresiones faciales (si no son un cuadrado en blanco en una pantalla) y pasan largos periodos del día sinexpresar una opinión o una idea.
En este modo, los empleados suelen salir de las reuniones sintiéndose improductivos e insatisfechos por un trabajo que no consideran significativo. Los trabajadores abandonan los trabajos en los que no se sienten significativamente comprometidos y se van en busca de una carrera que les apasione.
Momentos de compromiso cotidiano
La solución a esta crisis de compromiso no son las horas felices virtuales de los primeros días de la pandemia ni los retiros trimestrales intensivos a un rancho privado con su equipo. Tenemos que repensar la forma en que realizamos las reuniones. Tenemos que diseñarlas en torno a los momentos de compromiso cotidianos.
Los momentos de compromiso cotidiano son momentos de inclusión en los que todo el mundo puede hacer oír su voz. A nivel organizativo, dar cabida a todas las voces puede ser un verdadero reto. Tomar la palabra en reuniones de cualquier tamaño (pero especialmente en las grandes) puede resultar desalentador, y dar tiempo a todos para que expresen su opinión individualmente puede llevar mucho tiempo y ser ineficaz. Las herramientas digitales que visualizan las interacciones y las aportaciones en tiempo real permiten una participación rápida, fácil y eficaz.
El caso del liderazgo de la escucha
La colaboración y el compromiso son las piedras angulares de un buen rendimiento empresarial, y fomentar una cultura de liderazgo de escucha es la clave para liberar su potencial.
Practicando una toma de decisiones colaborativa, inclusiva y transparente que aproveche la inteligencia colectiva de la organización. Haciendo que el compromiso forme parte de nuestras rutinas diarias a través de momentos de compromiso cotidianos, podemos garantizar que todos se sientan incluidos, valorados y desafiados.
Todo esto comienza con un cambio cultural para hablar menos y escuchar más, y para ello es necesario contar con las herramientas adecuadas.
Descubra cómo puede llevar la toma de decisiones inclusiva, eficiente y productiva a su organización en mentimeter.com
Publicado originalmente en Business Reporter
Comments