El jefe de comercio de Taiwán advierte contra el “miedo innecesario” a China

El principal representante comercial de Taiwán afirma que los fabricantes de semiconductores de su país ampliarán la producción en EE. UU en la medida en que puedan permitírselo, pero insiste en que Taiwán sigue siendo un lugar ideal para esa producción y otros intercambios comerciales, negocios e inversiones estadounidenses, a pesar de las tensiones con China.

John Chen-Chung Deng habló con The Associated Press en una visita esta semana a Washington, donde encabeza una delegación comercial taiwanesa y se reúne con funcionarios comerciales estadounidenses.

La visita de Deng se produce en un momento de intensificación de los esfuerzos para reforzar los ejércitos y las economías de Estados Unidos y Taiwán contra cualquier amenaza de la rival China. Como parte de ello, el presidente Joe Biden y el Congreso están tomando medidas para impulsar la producción de semiconductores en suelo estadounidense en caso de que algún conflicto interrumpa las exportaciones desde Asia, especialmente desde Taiwán.

Los semiconductores hacen funcionar aparatos electrónicos que van desde teléfonos hasta coches eléctricos y armas avanzadas, y Taiwán produce más del 90% de los semiconductores más avanzados del mundo.

Al mismo tiempo, los líderes del Pentágono han estado de gira por el Indo-Pacífico para reunir a los aliados regionales en el refuerzo de las defensas militares y la disuasión. El mes pasado, un comité de la Cámara de Representantes simuló un hipotético ataque de China contra Taiwán y las posiciones de Estados Unidos, como parte de un esfuerzo bipartidista del Congreso para encontrar formas concretas de reforzar la disuasión.

Deng dijo que los estadounidenses deberían ver estos esfuerzos como una garantía de que el presidente chino Xi Jinping nunca se sentirá lo suficientemente seguro como para invadir Taiwán, que China reclama como propio.

“Debemos evitar cualquier exageración o retórica que no refleje la verdadera situación, que cree miedo… miedo innecesario,” dijo Deng.

Dijo que la comunidad empresarial estadounidense en Taiwán le asegura que sigue expandiéndose y contratando. Citó la mano de obra experimentada y las industrias de apoyo que Taiwán ofrece para los productores de semiconductores y para Google, Amazon y otras empresas estadounidenses en su suelo.

Las relaciones entre Estados Unidos y China han alcanzado picos dramáticos de tensión en los últimos dos años, a medida que el Gobierno de Xi afirma la creciente fuerza de China en los ámbitos económico, diplomático y militar. Esto incluye que China subraye sus amplias reivindicaciones territoriales en la región.

China, por su parte, acusa a Estados Unidos de inmiscuirse en sus asuntos internos y de seguir una estrategia de contención contra China para impedir su ascenso.

Taiwán y China se separaron en 1949 tras una guerra civil y no mantienen relaciones oficiales. El sitiouna segunda, para una inversión total de 40.000 millones de dólares.

Deng dijo que espera que se resuelva la cuestión fiscal antes de que esa primera planta taiwanesa empiece a funcionar en Arizona, dada la doble carga impositiva a la que se enfrentará la operación.

“Una vez que empiecen a producir, esto es un verdadero problema,” dijo el funcionario de comercio.

Las autoridades taiwanesas también esperan cerrar en las próximas semanas un primer acuerdo comercial con Washington, en un guiño a los pactos de libre comercio que Estados Unidos ha negociado con Corea del Sur y otros aliados.

La preocupación de EE.UU. por enfadar a China ha impedido que Washington firme un pacto de libre comercio con Taiwán en el pasado. Deng argumentó que el esperado acuerdo comercial con Estados Unidos aumentaría la confianza de Taiwán y animaría a otros aliados a incrementar también el comercio con Taiwán.

Esto ayudaría a Taiwán a reducir su dependencia económica del comercio con China, que actualmente es el cliente de entre el 35% y el 40% de los productos taiwaneses, afirmó Deng.

Dijo que Taiwán también ve el punto estratégico en las medidas de la administración Biden destinadas a disuadir a otros países de exportar semiconductores a China, para privar a las fuerzas de seguridad de China de los chips avanzados que necesitan.

Sólo los circuitos integrados representan alrededor del 25% del PIB de Taiwán. Sin embargo, cuando se trata de la parte que le corresponde a China, Taiwán “se da cuenta de que no tiene sentido enviarles chips para que construyan misiles que nos apunten a nosotros”, dijo Deng.