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El presidente de la empresa energética rusa Lukoil ha muerto tras caer por la ventana de un hospital en Moscú, según han informado los medios de comunicación estatales.
Ravil Maganov, de 67 años, fue declarado muerto tras precipitarse desde la sala de la sexta planta del Hospital Clínico Central, donde recibía tratamiento, según la agencia de noticias estatal rusa Interfax.
La policía está investigando la causa de su caída, que se produjo meses después de que Lukoil se opusiera públicamente a la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin.
La empresa confirmó su muerte en un comunicado en el que sólo decía que había “fallecido tras una grave enfermedad”.
La agencia de noticias estatal rusa Tass informó de que la muerte de Maganov fue un suicidio y dijo que había estado en el hospital tras un ataque al corazón.
Lukoil, que es el segundo productor de petróleo de Rusia, es una de las pocas empresas del país que se ha opuesto a la guerra en Ucrania. En un comunicado del mes de marzo dijo: “Llamando a la más pronta terminación del conflicto armado, expresamos nuestra sincera empatía por todas las víctimas, que se ven afectadas por esta tragedia.
“Apoyamos firmemente un alto el fuego duradero y la resolución de los problemas mediante negociaciones serias y diplomacia”.
Maganov trabajaba en Lukoil desde 1993, poco después de la creación de la empresa, y había supervisado su refinado, producción y exploración, llegando a ser presidente en 2020. Su hermano Nail es el jefe del productor de petróleo ruso de tamaño medio Tatneft.
El magnate del petróleo era un estrecho colaborador de uno de los fundadores de Lukoil, Vagit Alekperov.
El Sr. Alekperov, antiguo viceministro de petróleo soviético, dimitió como presidente de Lukoil en abril, una semana después de que Gran Bretaña le impusiera la congelación de activos y la prohibición de viajar como parte de las sanciones por las acciones militares de Rusia en Ucrania.
El Sr. Maganov es el último de varios oligarcas rusos del sector de la energía que han dimitido en circunstancias inusuales.
El multimillonario Alexander Subbotin, antiguo miembro del consejo de administración de Lukoil y propietario de una compañía naviera, murió supuestamente después de que los chamanes le trataran con veneno de sapo para curar su resaca.
Esto siguió a las muertes de Leonid Shulman, jefe del servicio de transporte de Gazprom Invest, cerca de San Petersburgo, en enero, y de Alexander Tyulakov, subdirector general de Gazprom, un mes después.
Mikhail Watford, oligarca de origen ucraniano que hizo su fortuna con el petróleo y el gas, fue encontrado muerto en su casa de Surrey en febrero.
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