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El jefe de Ofgem ha admitido que podría haber protegido mejor a los hogares que se enfrentan a la subida de las facturas de la energía actuando antes para evitar una oleada de colapsos de proveedores.
Jonathan Brearley, director general del organismo regulador, defendió el límite de precios de la energía, pero dijo que los proveedores debían someterse a normas financieras más estrictas.
La regulación financiera “debe ser más estricta”, dijo a los diputados de la Comisión de Negocios, Energía y Estrategia Industrial.
“Necesitamos un sector minorista más resistente y capaz de hacer frente a las crisis financieras”, dijo el jefe de Ofgem.
“Para ser claros, presidente, aceptamos que, si lo hubiéramos hecho antes, habría sido mejor para los clientes”.
Dijo que Ofgem “se aseguró de que los clientes fueran abastecidos y los saldos de crédito estuvieran protegidos”, pero admitió que “nuestra regulación debe cambiar”.
Sus comentarios se produjeron tras la quiebra de 29 proveedores en los últimos meses, cuyos costes se trasladaron a todos los clientes minoristas de energía a través de una tasa en las facturas.
Los críticos han culpado al regulador de ser demasiado laxo a la hora de permitir la entrada de nuevos proveedores en el mercado energético.
El Sr. Brearley dijo que la prioridad del gobierno había sido aprobar nuevos proveedores y desafiar el dominio de los Seis Grandes proveedores.
Y añadió: “Habría sido mejor tener mayores barreras de entrada para los nuevos proveedores”.
Ofgem ha presentado recientemente propuestas de nuevas normas que obligan a los proveedores de energía a disponer de más capital para amortiguar la volatilidad de los precios mayoristas.
Aunque todos los proveedores se han visto afectados por las subidas sin precedentes de los precios del gas a nivel mundial, algunos han sido más vulnerables al no haber adoptado medidas adecuadas para cubrir su exposición.
Más de cuatro millones de clientes han sido trasladados a nuevos proveedores después de que su anterior proveedor dejara de operar.
El Sr. Brearely defendió la limitación del precio de la energía, que aumentará un 54% en abril, hasta 1.971 libras para un hogar medio.
“El tope de precios ha funcionado, ha protegido a los clientes durante el invierno y, si miramos hacia atrás, se ha asegurado de que los clientes no paguen más de lo necesario por su energía”, dijo Brearley.
“Pero sin duda va a tener que ser más flexible y más adaptable ahora que estamos en lo que posiblemente sea un mercado energético más volátil”.
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