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El intento de prohibir a la congresista de Georgia Marjorie Taylor Greene que se presente a la reelección ha recibido el visto bueno de un juez federal, que ha denegado el intento de la representante de extrema derecha de que se desestimara el caso contra ella.
La Sra. Taylor Greene, una republicana de línea dura pro-Trump que ha hecho circular durante mucho tiempo falsas teorías conspirativas, es acusada por los activistas de violar una cláusula de la 14ª enmienda posterior a la Guerra Civil que prohíbe a cualquier persona que haya “participado en la insurrección o la rebelión” contra la constitución de ocupar un cargo público a nivel estatal o federal.
Un esfuerzo similar contra el congresista de Carolina del Norte Madison Cawthorn fue bloqueado por un juez nombrado por Trump.
La Sra. Taylor Greene insiste en que no participó ni ayudó a planificar el ataque del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos, pero ha defendido repetidamente a las personas detenidas y acusadas por participar en él y también ha ayudado a difundir afirmaciones falsas sobre lo que ocurrió ese día, lo que forma parte de un patrón de comportamiento que incluye el llamamiento a la violencia contra los demócratas.
Al aparecer en el programa de Fox News de Tucker Carlson anocheLa congresista se refirió al caso en su contra, afirmando que los “progresistas” están maquinando para “arrancar mi nombre de la boleta electoral”.
“Han contratado a unos abogados de Nueva York que odian a la gente de mi distrito y no creen que deban tener derecho a elegir a quien quieren enviar a Washington, que soy yo”.
Por su parte, el Sr. Carlson rechazó el esfuerzo como antidemocrático.
“Los ciudadanos estadounidenses tienen el derecho absoluto de votar a quien quieran porque es su gobierno, es el autogobierno, y si se les quita eso es una tiranía, obviamente”.
Uno de los últimos roces de Greene con la polémica se produjo cuando apareció en la Conferencia de Acción Política America First, un evento organizado por nacionalistas blancos declarados y en el que participaron varios oradores y grupos racistas. La dirección del Partido Republicano de la Cámara de Representantes no la sancionó formalmente por intervenir en la conferencia.
La congresista ha recaudado enormes sumas de dinero para su campaña de reelección, en la que -suponiendo que se le permita presentarse- se ve abrumadoramente favorecida para la reelección.
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