Se espera que los legisladores franceses aprueben el miércoles un paquete de medidas de 20.000 millones de euros (20.300 millones de dólares) destinado a ayudar a los hogares en dificultades a hacer frente a la subida de los precios de la energía y los alimentos.
La votación se produce tras un acalorado debate en la Asamblea Nacional, donde el presidente Emmanuel Macron ya no tiene mayoría.
El proyecto de ley era una promesa clave de Macron, que fue reelegido para un segundo mandato en abril. También era una prueba crucial de la capacidad del gobierno para gobernar, y de la capacidad de las fuerzas de la oposición para influir en el proceso legislativo.
La alianza centrista de Macron ganó el mayor número de escaños en la Asamblea Nacional en las elecciones de junio, pero perdió la mayoría absoluta, ya que una coalición de izquierdas y la extrema derecha obtuvieron grandes ganancias, convirtiéndose en fuertes fuerzas de la oposición.
El gobierno se ofreció a alcanzar compromisos caso por caso con otras fuerzas políticas para evitar el bloqueo legislativo.
Se espera que el llamado “proyecto de ley de emergencia sobre el poder adquisitivo” se apruebe definitivamente el miércoles, después de que la Asamblea Nacional y el Senado llegaran a un acuerdo sobre el texto a principios de esta semana.
Una versión anterior del proyecto de ley fue respaldada por los miembros de la alianza de Macron, el partido conservador Los Republicanos y la ultraderechista Agrupación Nacional.
Se ha debatido en el Parlamento junto a una versión actualizada de la ley de presupuestos, que se votará esta misma semana.
La coalición de izquierdas Nupes -la mayor fuerza de la oposición, compuesta por la extrema izquierda, los comunistas, los socialistas y los verdes- criticó las medidas por considerarlas insuficientes. Se espera que sus miembros voten en contra o se abstengan.
Las acaloradas discusiones en la Asamblea Nacional hicieron que el debate se extendiera a las tardes y los fines de semana, y que los legisladores de la alianza de Macron tuvieran a veces que entrar a toda prisa en la cámara para tratar de impedir que se aprobaran las enmiendas de la oposición.
“Su poder adquisitivo es nuestra prioridad”, tuiteó el portavoz del Gobierno francés, Olivier Veran. “Para protegeros de la inflación, hemos mantenido el tope de precios del gas y la electricidad y hemos establecido un tope de precios para limitar la subida de los alquileres al 3,5%”.
El proyecto de ley también incluye el aumento de las pensiones y de algunas ayudas sociales en un 4%.
En cuanto a los carburantes, la actual rebaja de 18 céntimos por litro, financiada por el Estado, se incrementará a 30 céntimos en septiembre y octubre.
También se anima a las empresas privadas que obtengan beneficios a ofrecer a sus empleados una bonificación anual libre de impuestos de hasta 6.000 euros, en línea con una promesa de campaña de Macron.
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