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La misión de rescate para salvar a un niño de cinco años atrapado en un pozo de 30 metros entró en el cuarto día en el norte de Marruecos mientras los rescatistas dicen que están en las etapas finales de su operación.
El niño, llamado Rayan por los medios de comunicación locales, se precipitó el martes por la estrecha abertura del pozo en la ciudad de Bab Berred, cerca de Chefchaouen.
Desde entonces, los equipos de rescate locales han emprendido una compleja operación para llegar al niño, y el caso ha atraído la atención de todo el mundo. Miles de personas se han reunido en el lugar para presenciar el desarrollo de la operación.
Los equipos de rescate se encuentran ahora a sólo 3 metros del niño, según informaron el sábado los medios de comunicación locales. Los miembros del equipo de rescate están utilizando taladros manuales para penetrar en el último tramo de tierra que les separa del niño de cinco años atrapado.
“Esta etapa es la más importante y complicada”, dijo uno de los rescatistas, Abdelhadi Temrani, a The New York Times el viernes.
“Ya casi hemos llegado. Llevamos tres días trabajando sin parar y el cansancio hace mella, pero todo el equipo de rescate aguanta”, declaró a Al Jazeera Abdesalam Makoudi, uno de los responsables de la operación.
Las autoridades han dicho que la operación es especialmente arriesgada por el temor a los desprendimientos de tierra. Los rescatistas utilizaron bulldozers y máquinas perforadoras para cavar un pozo paralelo desde el que pudieran hacer un túnel para llegar al niño. Los tramos rocosos también han dificultado la operación.
Los rescatistas han bajado al pozo una máscara de oxígeno, comida y agua. Un equipo médico también está en el lugar, listo para tratar al niño.
Algunos vídeos del equipo de rescate muestran a Rayan esperando en una estrecha hendidura de tierra y piedra, con lo que parecen ser arañazos en la cara. El niño parece aturdido y angustiado.
Al parecer, Rayan estaba con su padre, que había estado reparando el pozo cuando ocurrió el accidente.
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