El cuerpo humano combate mejor el cáncer a primera hora de la mañana, un descubrimiento que podría conducir a tratamientos más eficaces, según los científicos.
Los investigadores afirman que el simple hecho de trasladar un tratamiento al amanecer podría hacerlo “tremendamente” más eficaz.
Estudios anteriores han descubierto que el sistema inmunitario del organismo es más y menos eficaz a distintas horas del día, y que es más eficiente a primera hora de la mañana.
El nuevo estudio sugiere que estos ritmos, en particular los de las células dendríticas, vitales para combatir el cáncer, influyen en el crecimiento de los tumores y en la eficacia de los tratamientos de inmunoterapia.
Los relojes biológicos regulan procesos fisiológicos como la respiración, el ritmo cardíaco y la temperatura corporal a un ritmo de 24 horas, y el sistema inmunitario no es una excepción.
Para el estudio, investigadores de Suiza y Alemania reexaminaron los datos de pacientes a los que se habían administrado vacunas contra el melanoma.
Descubrieron que las células T específicas del melanoma, que forman parte de la respuesta inmunitaria del organismo, respondían mejor a los tratamientos administrados a primera hora de la mañana. Esto se ajusta al patrón del reloj corporal humano.
En una fase anterior de la investigación, el equipo inyectó células cancerosas de melanoma en ratones a seis horas distintas del día y controló el crecimiento del tumor durante quince días.
Descubrieron que los tumores implantados por la tarde no crecían significativamente, mientras que los implantados por la noche crecían mucho más rápido.
Se trata de un patrón opuesto al observado en humanos, ya que los ratones son animales nocturnos.
A continuación, el equipo repitió el experimento en ratones sin sistema inmunitario y ya no había diferencias en la rapidez con la que crecían los tumores en función de la hora del día.
A continuación, administraron un fármaco inmunoterápico a distintas horas del día a ratones cuyos tumores se habían implantado a la misma hora.
El tratamiento consistía en una vacuna con antígenos específicos del tumor diseñada para producir una respuesta inmunitaria, muy similar a la que se utiliza para tratar a pacientes humanos.
Descubrieron que las células T específicas del melanoma respondían mejor a los tratamientos administrados por la tarde.
El equipo quiere ahora confirmar y refinar estos hallazgos iniciales mediante más estudios.
El autor principal del estudio, el profesor Christoph Scheiermann, de la Universidad de Ginebra, afirmó: “Estos resultados indican que el simple hecho de cambiar el momento de administración de un tratamiento podría aumentar enormemente su eficacia”.
“Esto es muy alentador, pero se trata sólo de un estudio retrospectivo de una pequeña cohorte de diez personas.
“Sin embargo, la mera idea de que un tratamiento pueda ser más potente en función de la hora del día abre algunas posibilidades sorprendentes”.
Los hallazgos se publicaron en la revista Nature.
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