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Esme Morgan, de 22 años, se describe a sí misma como “tranquila” y “segura” en el campo. No es de extrañar. La defensora nacida en Sheffield comenzó su carrera juvenil con el Manchester City en 2015, pero su amor por el futbol comenzó a los tres años.
Después de unirse al City desde el club de su infancia, el Eccleshall Rangers, progresó rápidamente al Escuadrón de Talento Regional sub-16 del equipo y luego al Escuadrón de Desarrollo, antes de ser seleccionada por Nick Cushing para acompañar al primer equipo en las giras de pretemporada de Frankfurt y Toulouse.
Aparte de un período de préstamo en el Everton, Morgan ha pasado toda su carrera en el City, donde comenzó como delantera antes de asumir un papel defensivo.
En ese entonces, se empleó principalmente como central, pero también se desempeñó como mediocampista defensivo.
Morgan firmó por primera vez su contrato profesional con el club en junio de 2019 y anotó su primer gol en la victoria por 4-0 contra el Birmingham en la campaña 2020/21. Ella firmó una extensión de su contrato con el club el año pasado.
En ese momento, Morgan también acababa de hacer sus primeras apariciones en Wembley y la Liga de Campeones.
En septiembre de 2020, Morgan fue convocada al campo de entrenamiento del equipo de Inglaterra, lo que le brindó su primer contacto con el equipo senior de Lionesses.
La defensa regresó a la selección absoluta en septiembre del año pasado, cuando fue elegida por primera vez por la jefa de Inglaterra, Sarina Wiegman, tras sus impresionantes actuaciones ligueras con el City.
Con Leah Williamson fuera de acción en esta Copa del Mundo y el estado físico de la capitana Millie Bright en duda, Morgan bien podría convertirse en una parte crucial de la defensa de Inglaterra junto a jugadores como Alex Greenwood, Jess Carter y Lucy Bronze.
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