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Este Mundial nos ha mostrado la posición más importante en el fútbol

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La forma en que Gregg Berhalter dijo: “Nos faltó esa calidad de finalización ofensiva. Mientras Estados Unidos caía eliminada del Mundial, puede que fuera una forma más diplomática y claramente estadounidense de decir que su equipo necesitaba un delantero.

No son los únicos, pero Berhalter probó con tres en cuatro partidos, intentó un interludio con un falso nueve y consiguió un único gol de un delantero centro: el remate de chiripa de Haji Wright contra Holanda. “Ahora mismo no tenemos un Memphis Depay”, concluyó el seleccionador de Estados Unidos.

Tenía razón y no son los únicos. Si es una obviedad decir que todo el mundo en el Mundial querría un Kylian Mbappe o un Lionel Messi, muchos se conformarían con un Depay, un delantero con 43 goles internacionales y capaz de dar un toque clínico en un partido de eliminatorias.

Los equipos de Qatar – o ya no, en la mayoría de los casos – pueden dividirse en los que tienen y los que no tienen: los que han contado con un delantero adecuado y los que no. No es tan sencillo como decir que los ocho cuartofinalistas tienen los mejores delanteros centro, pero hay una tendencia.

Considérese uno de los grandes fracasados. “El fútbol simplemente apestó”, declaró Kasper Hjulmand tras la temprana eliminación de Dinamarca, con un solitario punto. El veredicto del seleccionador podría haber sido diferente si sus 34 disparos hubieran producido algo más que un solitario gol, e incluso si éste hubiera sido cortesía de un central. Sus delanteros estaban todos terriblemente fuera de forma.

En el caso de Túnez, la falta de un delantero centro, al menos hasta que Wahbi Khazri se situó tardíamente en la delantera, se tradujo en una falta de goles, a pesar de unas actuaciones por lo demás impresionantes. El escaso rendimiento de México, con dos goles, incluyó uno del delantero Henry Martin, pero careció del producto final necesario. Senegal puede preguntarse si las ocasiones que desperdició en la primera parte contra Inglaterra habrían tenido un resultado diferente si Sadio Mané hubiera estado en forma.

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Senegal were left to rue the absence of Sadio Mane as they were profligate against England

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Porque varios de los equipos que no contaban con un delantero centro que funcionase y disparase pueden haber pensado que sí. A pesar de todos sus defectos, Bélgica acabó eliminada porque Romelu Lukaku, que no estaba en forma, falló un montón de ocasiones que normalmente aprovecharía. Canadá también se quedó a las puertas: podría haber sido diferente de no ser por una exhibición de despilfarro de Jonathan David contra el equipo de Roberto Martínez.

Las imágenes más perdurables del Mundial de Uruguay fueron las de un delantero, ya fuera Luis Suárez marcando dos goles contra Ghana o acabando entre lágrimas cuando se dio cuenta de que no era suficiente. Sin embargo, aunque Suárez y Edinson Cavani se acercan a los 1.000 goles con su club y con la selección, ninguno de los dos aumentó su cuenta. Darwin Núñez tampoco estuvo efectivo, y el único goleador uruguayo fue un centrocampista, Giorgian de Arrascaeta.

El equipo contaba quizás con el delantero más temido de su generación, pero lo utilizó demasiado poco. Robert Lewandowski lanzó dos penaltis, marcando uno, pero por lo demás tuvo un servicio inadecuado. Marcó uno de sus dos tiros a puerta en jugada abierta. A veces, sin embargo, dio la sensación de que Polonia dependía de la mera presencia de Lewandowski para generar ocasiones.

Luego hay una subcategoría de la selección que tuvo un delantero centro sin darse realmente cuenta. Niclas Fullkrug figura tanto entre los superdelanteros suplentes como entre los héroes de culto del torneo. También fue un magnífico revulsivo, un número 9 alemán a la antigua usanza. Sólo jugó 66 minutos en el Mundial. Alemania marcó cuatro goles en ese tiempo y Fullkrug anotó dos de ellos. Si hubiera sido titular en algún partido, quizás la selección de Hansi Flick’seguiría en Qatar. Alemania se marchó con los números hechos a favor del delantero especialista. Su xG fue de 10,1, el más alto de la fase de grupos, pero Thomas Müller no convenció como número 9 y sus seis goles resultaron insuficientes.

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Niclas Fullkrug was an unlikely cult hero No 9 for Germany

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Su presencia en ataque refleja un cambio de mentalidad futbolística. Es un signo de la Guardiolaización del fútbol que el número 9 ha llegado a parecerse a un dinosaurio, pronto a extinguirse en medio de la búsqueda de centrocampistas ofensivos, extremos y…falsos nueves. Es posible que los equipos estén creando otro tipo de ocasiones. Ninguno de los cuatro jugadores con más disparos hasta la fecha, Kylian Mbappe, Lionel Messi, Jamal Musiala y Serge Gnabry, ha actuado como delantero convencional. Si lo que solía ser la posición glamurosa se asemeja ahora al eslabón más débil, puede deberse en parte a que un cambio en las prioridades ha supuesto que se haya dedicado muy poca atención a forjar la próxima generación de delanteros centro.

De hecho, uno de los delanteros más eficaces de Qatar procede de una generación anterior, Olivier Giroud. Richarlison, que también lleva tres goles, ha sido una presencia vibrante en la punta de ataque de Brasil. Harry Kane sólo tiene uno, pero sus dotes como abastecedor han beneficiado a Inglaterra. Holanda tiene tanto a Depay como a Cody Gakpo, cada uno de ellos un delantero de categoría, aunque no un delantero centro a la antigua usanza. Sin embargo, Louis van Gaal cuenta con tres de ellos, gracias a su decisión de abastecer su plantilla de números 9: Vincent Janssen, Wout Weghorst y Luuk de Jong. Por ahora, compiten por ser su plan B.

Álvaro Morata cumplió ese papel con España, siendo suplente goleador en sus dos primeros partidos, si no cuando más importaba contra Marruecos; su salida con 1.000 pases y un tiro a puerta debería hacer preguntarse si su política de sobrecarga de centrocampistas ha empezado a ser contraproducente.

En el caso de Portugal, el delantero reservado parece ahora el titular, y el héroe del triplete, Gonçalo Ramos, ha demostrado su potencial y que existe un número 9 alternativo al envejecido Cristiano Ronaldo. Ellos, al menos, tienen futuro en la delantera. Pero gran parte del resto del mundo del fútbol ha evolucionado hasta un estado en el que todo el mundo necesita su propio Fullkrug.

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