La actriz Jane Fonda ha revelado que le han diagnosticado un linfoma no Hodgkins, un tipo de cáncer.
La estrella de Hollywood, de 84 años, compartió la noticia en Instagram y escribió que ya ha comenzado los tratamientos de quimioterapia para ello.
“Así que, mis queridos amigos, tengo algo personal que quiero compartir. Me han diagnosticado un linfoma no hodgkiniano y he comenzado los tratamientos de quimioterapia”, escribió Fonda.
“Este es un cáncer muy tratable. El 80% de la gente sobrevive, así que me siento muy afortunada”, continuó. “También soy afortunada porque tengo seguro médico y acceso a los mejores médicos y tratamientos. Me doy cuenta, y es doloroso, de que soy un privilegiado en esto”.
¿Qué es el linfoma no hodgkiniano (LNH)?
El LNH es un tipo de cáncer de la sangre que afecta a los glóbulos blancos llamados linfocitos, que forman parte del sistema inmunitario del cuerpo humano.
Cuando los linfocitos crecen de forma anormal pueden formar tumores en todo el cuerpo, según la Clínica Mayo.
Hay una variedad de tipos de LNH, dependiendo de cómo se comporta el cáncer y cómo ataca a las células.
Los signos y síntomas comunes del LNH incluyen la inflamación de los ganglios linfáticos, que se presentan como bultos, en el cuello, la clavícula, la axila, la ingle u otras partes del cuerpo.
Algunos de estos ganglios linfáticos inflamados pueden presionar los órganos causando dolor en el pecho, tos o dificultad para respirar.
Otros síntomas incluyen fiebre, pérdida de peso inexplicable y sudores nocturnos.
Los médicos pueden realizar una serie de pruebas diferentes para detectar el LNH, como análisis de sangre, una biopsia de los ganglios linfáticos o exploraciones como una resonancia magnética, una tomografía computarizada, una PET, una ecografía o una radiografía.
También hay una serie de tratamientos diferentes, dependiendo del tipo de LNH, de la fase en la que se encuentre y de los síntomas.
Entre ellos se encuentran la vigilancia y la espera, con el inicio del tratamiento cuando sea necesario, la quimioterapia, la radioterapia y las terapias farmacológicas.
“Los avances en el diagnóstico y el tratamiento del linfoma no Hodgkin han ayudado a mejorar el pronóstico de las personas con esta enfermedad”, afirma la Clínica Mayo en su página web.
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