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Ghislaine Maxwell ha sido puesta en vigilancia de suicidio a pesar de no tener tendencias suicidas, ha afirmado su abogado.
La socialité británica está a la espera de la sentencia en una prisión de Estados Unidos tras ser condenada el año pasado por ayudar al multimillonario agresor sexual Jeffrey Epstein a abusar de chicas adolescentes.
En una carta dirigida al juez el sábado, su abogado Bobby Sternheim dijo que había sido “retirada abruptamente” de la población carcelaria general y que se le había negado el acceso a la pasta de dientes, al jabón, a los documentos legales y a cualquier ropa, excepto una “bata de suicidio” protectora, lo que le impedía revisar los documentos relacionados con su sentencia.
“Si la Sra. Maxwell sigue bajo vigilancia de suicidio, se le prohíbe revisar los asuntos legales antes de la sentencia, se le priva de sueño y se le niega el tiempo suficiente para reunirse y consultar con su abogado, solicitaremos formalmente el lunes un aplazamiento”, dijo el Sr. Sternheim.
Dijo que Maxwell había sido evaluada por un psicólogo esa mañana y que no tenía tendencias suicidas, y añadió: “Me he reunido con la Sra. Maxwell hoy, después de un retraso de 97 minutos tras mi llegada al centro. No tiene tendencias suicidas”.
El propio Epstein fue encontrado muerto en su celda en 2019 mientras esperaba el juicio por tráfico sexual, en lo que los funcionarios de la ciudad de Nueva York dictaminaron como un suicidio por ahorcamiento.
Los fiscales federales han solicitado una sentencia de 30 a 55 años para Maxwell, quien fue declarado culpable de reclutar y preparar a niñas de hasta 14 años para ser abusadas por Epstein.
Los abogados de Maxwell han pedido al juez que le dé sólo 4-5 años de prisión, argumentando que su difícil infancia la hizo susceptible a la influencia de Epstein.
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