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Liam Gallagher revelado recientemente que padece artritis, lo que le ha dejado un dolor insoportable y la constatación de que probablemente necesitará una operación de sustitución de cadera. La mayoría de la gente asocia la artritis con la vejez, pero Gallagher sólo tiene 49 años. ¿Qué tan inusual es desarrollar una artritis tan severa antes de la vejez? Bueno, depende del tipo de artritis.
Aunque hay varios tipos de artritis, la artrosis es la más común. La osteoartritis es común en personas mayores, pero es posible que se desarrolle en personas más jóvenes.
Hay una serie de factores que se han asociado al desarrollo de la artrosis, como el envejecimiento, el sobrepeso, la existencia de una lesión (como la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla -un afección común entre los futbolistas) y la susceptibilidad genética. En el caso de Gallagher, puede estar relacionado con la enfermedad de Hashimoto – una afección de la tiroides que estaba diagnosticada hace unos años.. La enfermedad de Hashimoto es asociada a la artritis.
A diferencia de artritis reumatoide – que es una enfermedad autoinmune que puede aparecer en adultos jóvenes, la artrosis se desarrolla cuando se desgasta el cartílago amortiguador que recubre el extremo del hueso. La artrosis suele denominarse “enfermedad del cartílago”. De hecho, la ausencia de cartílago es la forma en que los médicos confirman la presencia de artrosis. Sin embargo, en realidad se trata de una enfermedad que afecta a toda la estructura de la articulación, incluyendo cambios en el hueso y en los tejidos blandos, como los ligamentos.
El origen del dolor que experimentan las personas con artrosis ha sido difícil de precisar y ésta es una de las razones por las que puede ser difícil de manejar. Se cree que el dolor se produce por una serie de razones, entre las que se incluyen los cambios en el hueso que dan lugar a la aparición de espolones óseos conocidos como “osteofitos”, y la inflamación del tejido que recubre el interior de la articulación, llamado “membrana sinovial”.
Lamentablemente, la artrosis no tiene cura. A diferencia de la artritis reumatoide, cuyo tratamiento se ha revolucionado en las últimas décadas, con nuevos fármacos que se dirigen a la respuesta inmunitaria y la amortiguan, todavía no se han producido avances similares para el tratamiento de la artrosis.
Para la mayoría de las personas con artrosis, mantener la funcionalidad de la articulación mientras se controla el dolor crónico es su mayor reto. Los cambios en el estilo de vida desde el momento en que se diagnostica la enfermedad, como la pérdida de peso y el ejercicio para fortalecer los músculos de apoyo, pueden ayudar a mantener la articulación durante más tiempo. Sin embargo, la enfermedad es progresiva y para muchas personas la sustitución de la articulación es el último recurso.
Los avances de la medicina moderna hacen que la cirugía de sustitución de cadera o rodilla sea cada vez más rutinaria, y que a menudo se consiga una articulación funcional y sin dolor. La articulación de sustitución está hecha de metal (normalmente titanio) sobre plástico. Y aunque con el tiempo se desgastará, para muchas personas, su articulación artificial sigue funcionando después de 15 o incluso 20 años.
En el lado positivo, la cirugía de sustitución de la articulación puede cambiar la vida, dejando a la persona sin dolor y restaurando la función y la movilidad de la articulación
Mientras que la mayoría de nosotros puede pensar que sería una obviedad someterse a la cirugía, algunas personas se desaniman por el hecho de que es un procedimiento invasivo, con meses de recuperación y fisioterapia necesarios para obtener el uso completo de la articulación. Decidir si se sustituye o no una articulación puede ser difícil, como parece serlo para Gallagher. En una entrevista con la revista Mojo, el ex líder de Oasis dijo: “Creo que prefiero estar sufriendo. Lo cual es ridículo, obviamente. Lo sé”.
Otras consideraciones son la edad a la que se sustituye una articulación. A los 49 años, Gallagher es joven para este tipo de cirugía. Y cuanto más joven es la persona, más probable es que su articulación de reemplazo se desgaste durante su vida y sea necesaria una segunda cirugía.
En el lado positivo, la cirugía de sustitución de la articulación puede cambiar la vida, dejando a la persona sin dolor y restaurando la función y la movilidad de la articulación. Aunque es aplicable a todos los que sufren artritis, es especialmente relevante para pacientes jóvenes como Gallagher, ya que puede permitirles seguir trabajando y mantener un estilo de vida activo.
Anne Crilly es profesora de inmunología en la Universidad del Oeste de Escocia. Este artículo apareció por primera vez en The Conversation.
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