La ex embajadora de la ONU Nikki Haley, ‘mortificada’ por Biden al pedir ayuda a China con Rusia

La exembajadora de la ONU Nikki Haley, que prestó sus servicios bajo el mandato de Donald Trump, criticó el domingo al presidente Joe Biden por las informaciones de que el mandatario y su equipo habían instado entre bastidores al gobierno de China para que ayudara a persuadir a Moscú de no ir a la guerra en Ucrania.

En su intervención en el programa de la NBC Meet the Press, la ex gobernadora de Carolina del Sur y potencial candidata del GOP en 2024 dijo que operaba bajo la suposición de que el gobierno de China compartía la mayor parte, si no toda, la inteligencia con Rusia.

“Nunca se pide ayuda a un enemigo con otro enemigo. Nunca le dije a China nada que no quisiera que Rusia supiera”, dijo a la NBC.

“Me mortificó que Biden llegara a pedir ayuda a China con Rusia”, añadió Haley.

“No se puede confiar en Xi. No se puede confiar en China”, reiteró, refiriéndose al presidente chino Xi Jinping.

El New York Times informó de que altos funcionarios estadounidenses se reunieron con sus homólogos chinos un puñado de veces en busca de su ayuda para evitar el conflicto.

La Sra. Haley continuó diciendo que la administración de Biden debería poner fin a las importaciones estadounidenses de petróleo ruso, que representa una pequeña fracción del consumo de petróleo de Estados Unidos. El llamamiento de la ex embajadora estuvo en consonancia con los realizados por varios legisladores en el Capitolio esta semana, ya que la administración Biden ha evitado en gran medida apuntar al sector energético de Rusia con castigos económicos.

“Tenemos que asegurarnos de sancionar a estas empresas energéticas, a todas ellas. Tenemos que asegurarnos de sacarlos del sistema bancario internacional, y tenemos que dejar de tomar cualquier petróleo ruso. La idea de que demos nuestro dinero a un enemigo es impensable, y es una locura absoluta. No podemos permitir que esto continúe”, dijo el domingo.

Las sanciones de Estados Unidos se han dirigido a Gazprom, una de las principales empresas rusas de gas natural, y a una empresa hidroeléctrica, pero han evitado en gran medida afectar al sector de producción de petróleo de Rusia. Alemania y algunos países europeos también siguen comprando energía rusa a gran escala, lo que complica los esfuerzos por aislar económicamente a Moscú.

En los últimos días, parte de la atención se ha alejado de los medios económicos, ya que el gobierno de Ucrania ha aumentado su solicitud de aviones o la instauración de una zona de exclusión aérea sobre el espacio aéreo del país, lo cual, según ha advertido el gobierno de Biden, conduciría a una guerra directa entre la OTAN y Rusia.

El gobierno de Biden ha incrementado su ayuda a Ucrania desde que comenzó la invasión y ya han llegado al país envíos de armas, ya que los defensores ucranianos, en inferioridad numérica, han conseguido varios éxitos iniciales contra la fuerza de invasión rusa, que es más numerosa.