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La inflación en el Reino Unido podría alcanzar el 22% el año que viene si no bajan los precios del gas, según ha advertido el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs.
La semana pasada, el regulador británico de la energía, Ofgem, confirmó que el tope de precios aumentaría a más de 3.500 libras en octubre, y las organizaciones benéficas advirtieron que millones de hogares se verán sumidos en la pobreza energética a menos que el gobierno intervenga con urgencia.
Los economistas de Goldman Sachs escribieron en una nota de investigación el lunes: “En un escenario en el que los precios del gas sigan siendo elevados en los niveles actuales, esperaríamos que el tope de precios aumentara más del 80% en enero (frente al 19% asumido en nuestra línea de base).
“(Esto) implicaría que la inflación general alcanzaría un máximo del 22,4%, muy por encima de nuestra previsión de base del 14,8%”.
Se produce después de que los economistas de Citi dijeran la semana pasada que la inflación de los precios al consumo iba a alcanzar un máximo del 18,6% en enero.
Goldman dijo que esperaba que la recesión comenzara en el cuarto trimestre, y que la economía se contrajera un 0,6% en 2023 en su conjunto.
El Banco de Inglaterra parece que subirá los tipos de interés en 50 puntos básicos, hasta el 2,25 por ciento, el próximo mes, dijo Goldman, añadiendo que veía riesgos al alza en sus previsiones de subidas adicionales de 25 puntos básicos en las siguientes reuniones de política monetaria.
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