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La leyenda del fútbol inglés George Cohen ha fallecido a los 83 años, tras el anuncio de su antiguo club, el Fulham.
Cohen fue 37 veces internacional con su país y formó parte de la selección de los Tres Leones que ganó el Mundial de 1966.
Jugadores pasados y presentes han expresado su pesar por la noticia, ya que Cohen fue uno de los tres supervivientes de aquella victoria sobre Alemania Occidental.
El ex delantero inglés Gary Lineker encabezó los homenajes: “Lamento oír que George Cohen ha muerto. Nos deja otro de los héroes de la selección campeona del mundo en 1966. Siempre tendrá la inmortalidad futbolística. RIP George”.
Sir Geoff Hurst, ex compañero de Cohen en la selección inglesa, añadió: “Me entristece mucho saber que mi amigo y compañero en la selección inglesa George Cohen ha muerto. Todos, sin excepción, siempre decían que George era un hombre encantador. Le echaremos mucho de menos, mis más sinceros pensamientos están con la esposa de George, Daphne, y su familia”.
El actual guardameta del Sheffield Wednesday, David Stockdale, pasó seis años en el Fulham al principio de su carrera y también tuiteó su tristeza por el fallecimiento de Cohen, al que jugadores y medios de comunicación se refirieron como un “absoluto caballero”, una “leyenda” y un “héroe” del fútbol inglés.
Cohen es uno de los mejores jugadores de la historia de los Cottagers, con los que jugó 459 partidos entre 1956 y 1969.
Un comunicado del club decía: “Todo el mundo en el Fulham Football Club está profundamente entristecido al conocer el fallecimiento de uno de nuestros mejores jugadores de todos los tiempos – y caballeros – George Cohen MBE”.
La carrera de Cohen se vio truncada por una lesión de rodilla cuando sólo tenía 29 años, aunque sólo tres jugadores de la historia del Fulham han representado más al club: Johnny Haynes (658), Eddie Lowe (511) y Les Barrett (491).
Al margen de su carrera futbolística, Cohen hizo campaña y recaudó fondos para la investigación del cáncer, que se cobró la vida de su compañero y capitán Bobby Moore en 1966, y de la demencia, que afectó a varios miembros del equipo en sus últimos años.
Cohen dijo en 2017 que donaría su cerebro para la investigación científica tras su muerte.
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