By 
La difunta madre adoptiva de Nikolas Cruz lo describió como un “mal perdedor” y creía que había algo “muy malo” en su hijo, según las pruebas presentadas en su juicio de sentencia el viernes.
A los miembros del jurado se les mostró un formulario rellenado por Lynda Cruz sobre el comportamiento de su hijo, que formaba parte de una evaluación del comportamiento llevada a cabo por la trabajadora social de la escuela del condado de Broward, Lilliana Pardo-Posse.
La Sra. Pardo-Posse trabajó con Cruz en la Westglades Middle School – una escuela de educación general en la que fue alumno de 2011 a 2013.
En el formulario completado por Lynda, ella reveló que creía que “algo está muy mal con él”.
“No sé qué”, dijo, y añadió que creía que había algo más que su TDAH.
Lynda detalló que tenía “frecuentes ataques de ira” en los que empezaba a “gritar, patear, tirar cosas y hacer agujeros en la pared”.
Su temperamento solía empezar cuando jugaba a la Xbox, dijo, porque Cruz era un “mal perdedor” y tenía “baja autoestima”
“No soporta perder, se enfada y maldice a la gente que juega con él”, escribió Lynda.
Lynda también reveló que a Cruz “le desagradan los policías en general y odia leer y hacer los deberes”, escribió.
La madre del tirador masivo, que lo adoptó cuando era un bebé, también describió a su hijo como un “niño de mamá” y creyó que se preocupaba mucho por ella.
“La madre siente que Nikolas es un niño cariñoso, es un alma gentil”, se lee en las notas.
“Nikolas se preocupa mucho por ella como su madre y es un niño de mamá”.
La relación de Cruz con su madre y su obsesión por jugar a la Xbox tuvieron mucho protagonismo en el testimonio del viernes.
Tiffany Forrest, la encargada del caso de Cruz en 2013, testificó que Nikolas Cruz tenía “arrebatos” dentro de la casa familiar – a menudo porque no se le permitía jugar a los videojuegos.
“Le gritaba [Lynda], se enfadaba, decía palabrotas”, dijo.
Cuando su comportamiento molestaba a su madre, Cruz y su hermano menor Zachary “pensaban que era divertido”, dijo la Sra. Forrest.
La Sra. Forrest también reveló que la madre de Cruz solía dormir agarrada a su bolso porque temía que sus hijos se lo robaran.
La trabajadora social dijo al tribunal que había “bastante disfunción” en el hogar de la familia y que fue testigo de cómo el hermano menor del tirador masivo lo intimidaba.
“Zachary le decía muchas cosas provocadoras a Nikolas, lo insultaba”, dijo.
La Sra. Forrest describió un incidente en el que dijo que Cruz estaba comiendo cereales que su madre le había dado, cuando Zachary se subió a la encimera y pisó la comida, dijo.
Las fuerzas del orden fueron llamadas a la casa en múltiples ocasiones por los dos niños.
Jeffrey Smith, detective retirado de la Oficina del Sheriff de Broward, testificó que recordaba haber acudido a la casa en cuatro o cinco ocasiones.
Todos los incidentes eran “similares”, dijo, e implicaban que Lynda llamara a la policía porque sus hijos estaban “actuando”, “golpeando las paredes” y “siendo beligerantes”, dijo.
En uno de los incidentes, el 27 de noviembre de 2012, se llamó a la policía por una denuncia de que Cruz supuestamente había golpeado a Lynda con la manguera de plástico de la aspiradora.
La disputa se desarrolló porque a Cruz no se le permitió usar su ordenador. Cruz se había marchado cuando llegaron los agentes.
El Sr. Smith testificó que Lynda estaba “abrumada” por los dos chicos “que tenían dificultades”.
Lynda murió de neumonía en noviembre de 2017, tres meses antes de que llevara a cabo uno de los peores tiroteos masivos de la historia de Estados Unidos.
El día de San Valentín de 2018, Cruz entró en el edificio de primer año de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, armado con un AR-15.
Acechó los pasillos matando a tiros a 17 estudiantes y personal inocentes.
En octubre pasado, Cruz se declaró culpable de 17 cargos de asesinato y 17 cargos de intento de asesinato.
Los jurados determinarán ahora si lo condenan a cadena perpetua o a muerte.
Comments