Una noche de violencia en Winston-Salem, Carolina del Norte, ha dejado a la policía investigando múltiples tiroteos que dejaron al menos siete personas heridas en tres lugares, un conjunto de ataques que parecen estar relacionados.
En un comunicado, el Departamento de Policía de Winston-Salem dijo que “Este no es un acto de violencia al azar”, y anunció que “la investigación está en curso.” Según la oficial de información pública Kira Boyd, “la información preliminar indica que las escenas están todas relacionadas.”
Según los medios de comunicación locales, la policía encontró “más de 50 casquillos gastados de wespones de diferentes calibres” en el primer lugar, antes de ser convocada a una carretera donde encontraron a dos personas que aparentemente habían sido alcanzadas por disparos mientras conducían. A continuación, los agentes respondieron a otro informe, encontrando esta vez a cuatro personas que habían recibido disparos.
“La investigación está en sus primeras etapas, pero la evidencia sugiere que hubo un gran intercambio de disparos (en) Bethlehem Lane”, dijo la policía, “y poco después, más intercambio de disparos en el bloque 2000 de la calle 25 Este – resultando en cinco víctimas disparadas en la calle 25 y dos víctimas en la autopista 52 Norte.”
La noticia llegó al final de un fin de semana especialmente mortífero de violencia con armas de fuego en todo Estados Unidos, en el que se produjo un tiroteo masivo por motivos raciales en Buffalo (Nueva York), un asesinato en el centro de Chicago y una serie de tiroteos en Milwaukee tras un partido de baloncesto.
Mientras tanto, en la ciudad de Laguna Woods, en el sur de California, un hombre de 68 años de edad, originario de Las Vegas, ha sido detenido como sospechoso de entrar en una iglesia y abrir fuego, matando a una persona e hiriendo a varias más. Al parecer, fue dominado y atado por los feligreses, lo que le impidió efectuar más disparos.
La reforma agresiva de la seguridad de las armas fue una de las promesas más destacadas de la campaña de Joe Biden, pero la escasa mayoría demócrata en el Congreso ha hecho casi imposible la acción legislativa. En su lugar, el presidente ha tomado medidas a través de la acción ejecutiva. En abril, adoptó medidas para prohibir las llamadas “armas fantasma”, armas imposibles de rastrear y sin número de serie que se han relacionado con miles de delitos en los últimos años.
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