La UE ha hecho un llamamiento al Reino Unido para que “vuelva a la mesa” para resolver la crisis sobre Irlanda del Norte, al tiempo que ha expuesto los enormes daños económicos del Brexit.
En un discurso en Londres, el vicepresidente de la Comisión Europea bromeó diciendo que ahora es Bruselas la que quiere conseguir “el Brexit”, mientras que Londres se ha negado a mantener conversaciones cara a cara durante cuatro meses.
Maros Sefcovic pidió un nuevo impulso para encontrar “verdaderas soluciones conjuntas” a la batalla sobre el protocolo de Irlanda del Norte, diciendo en el evento: “Estamos absolutamente preparados. Volvamos a la mesa”.
El presidente de la Comisión Europea, José Luis Rodríguez, afirmó que el acuerdo permitirá a ambas partes “pasar a la siguiente fase, espero que más brillante, de nuestra relación de trabajo”, y calificó al Reino Unido y a la UE de “aliados naturales”.
Pero el negociador jefe del Brexit insistió en que la UE no retrocederá en su lucha contra el proyecto de ley “unilateral e ilegal” del Reino Unido para romper el protocolo, que ha provocado nuevas acciones legales.
Y advirtió de las “consecuencias” si el Gobierno insinúa que va a “recortar la regulación de la UE” en materia de servicios financieros, datos y normas alimentarias, a pesar de las promesas hechas cuando se firmó el acuerdo del Brexit.
“El fin del reconocimiento mutuo es una posibilidad si el Reino Unido cambia sus normas. Por lo tanto, seguiremos de cerca la evolución de la situación”, dijo Sefcovic en el acto organizado por la Bloomberg agencia de noticias.
Expuso, en términos contundentes la creciente evidencia del daño económico del Brexit, incluyendo un desplome del 25 por ciento en las exportaciones de bienes del Reino Unido a la UE desde 2019 y una caída del 7 por ciento en el comercio de servicios.
“En tiempos de tensión económica, esto perjudica a las empresas de ambos lados del canal”, advirtió Sefcovic.
Condenó el proyecto de ley de protocolo -que superó su primer obstáculo en los Comunes esta semana- advirtiendo que “conduciría a una incertidumbre constante”.
“En pocas palabras: no funcionaría. Los ministros de Londres tendrían la libertad de cambiar las reglas a su antojo”, dijo Sefcovic.
“Un régimen regulatorio dual, en el que las empresas optaran por la normativa de la UE o del Reino Unido, las enterraría bajo una montaña de burocracia”.
“Esto sería claramente una situación de pérdida, para las relaciones entre la UE y el Reino Unido y, sobre todo, para Irlanda del Norte”.
Abrió su discurso refiriéndose a un discurso pronunciado por el entonces primer ministro David Cameron en Bloomberg en 2013, que puso al Reino Unido en el camino hacia el referéndum del Brexit de 2016.
“Espero que estemos cerca de llegar al final de este ciclo en particular. Puede que no se oiga esto a menudo en boca de un comisario europeo, pero ya es hora de que hagamos el Brexit”, dijo.
Pero Sefcovic se negó a decir qué forma podrían adoptar las represalias de la UE si la legislación del protocolo se convierte en ley, lo que no se espera que ocurra hasta el próximo año, como muy pronto.
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