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El número de muertes por coronavirus registradas cada semana en Inglaterra y Gales ha descendido por tercera semana consecutiva.
Un total de 1.066 muertes registradas en la semana que finalizó el 11 de febrero mencionaban Covid-19 en el certificado de defunción, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
Esta cifra supone un descenso del 14% con respecto a los siete días anteriores y es también el número más bajo desde que se registraron 922 muertes en la semana hasta el 7 de enero.
Las cifras sugieren que las muertes por Covid-19 están ahora en una tendencia a la baja, tras el aumento en diciembre y principios de enero que fue impulsado por la variante Omicron del virus.
Sin embargo, las cifras siguen estando muy por debajo del nivel observado en el pico de la segunda ola de la pandemia hace un año.
En la semana hasta el 29 de enero de 2021 se registraron en Inglaterra y Gales unas 8.433 muertes por Covid-19.
Esta cifra es casi seis veces superior a las 1.484 registradas en la semana punta de la ola actual (los siete días hasta el 21 de enero de 2022).
El número relativamente bajo de muertes observadas durante la ola actual refleja el éxito del programa de vacunación, en particular el despliegue de las dosis de refuerzo a finales del año pasado.
Según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, la eficacia de la vacuna contra la mortalidad con la variante Omicron para las personas de 50 años o más se estima en un 95% a las dos o más semanas de la dosis de refuerzo, en comparación con alrededor del 60% a las 25 o más semanas de la segunda dosis.
En total, ya se han producido 184.592 muertes en el Reino Unido en las que se mencionó Covid-19 en el certificado de defunción, según la ONS.
La cifra más alta en un solo día fue de 1.486 el 19 de enero de 2021.
Durante la primera oleada del virus, la cifra máxima diaria fue de 1.461 el 8 de abril de 2020.
Alrededor de nueve de cada 10 muertes con Covid-19 en el certificado de defunción desde el inicio de la pandemia tienen el coronavirus como causa principal de la muerte, con una minoría enumerando el virus como un factor contribuyente.
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