Las organizaciones benéficas de salud mental de todo el país han criticado al gobierno por no reconocer el riesgo que la crisis del coste de la vida supone para la salud mental de los ciudadanos.
En una carta dirigida al gobierno, 17 importantes organizaciones benéficas advirtieron que ya estaban viendo el impacto del coste de la vida en la salud mental de las personas.
Samaritans dijo que había recibido 12.000 llamadas de personas que mencionaban problemas financieros o de desempleo sólo en julio.
La organización benéfica Mind dijo que había visto un aumento del 30% en las llamadas relacionadas con el coste de la vida en comparación con el año pasado.
Young Minds, una organización benéfica para niños, dijo que por primera vez las “preocupaciones por el dinero” fueron la principal preocupación de los niños.
La carta decía: “Los servicios de salud mental del país ya estaban al límite, y la pandemia los ha llevado al punto de ruptura. Con más de 1,5 millones de personas actualmente en lista de espera, la crisis del coste de la vida podría poner todo nuestro sistema de salud mental al borde del colapso, dejando a las personas que ya están luchando sin el apoyo que necesitan.”
Pide que se pongan en marcha inmediatamente las intervenciones y que el gobierno se comprometa de nuevo a elaborar un plan de salud mental y una estrategia nacional de prevención del suicidio.
Y añade: “Apoyar adecuadamente a las personas con los ingresos más bajos, que son las que corren más riesgo de sufrir problemas de salud mental y tienen un mayor riesgo de suicidio, es imperativo en este momento.”
Paul Farmer, director ejecutivo de Mind y miembro del Grupo de Líderes de Salud Mental, dijo: “En los últimos meses, nos preocupa cada vez más la ausencia de la salud mental en los debates y planes sobre la crisis del coste de la vida.
“Nuestro sistema de salud mental ya ha sido llevado a sus límites absolutos por la pandemia de coronavirus y años de infrafinanciación crónica. Pero esta crisis del coste de la vida, que sabemos que está teniendo un enorme impacto en la salud mental de las personas, tiene el potencial de forzar los servicios al borde del colapso.”
“Las personas con problemas de salud mental agradecerían que Boris Johnson y el próximo Primer Ministro nos escucharan cuando les decimos que necesitamos ver acciones, y las necesitamos ahora.”
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