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Las posibles interrupciones de los cables submarinos de Internet en el Estrecho de Taiwán, en medio de las crecientes tensiones con China, podrían suponer “riesgos inmediatos” para la economía mundial, han advertido los expertos.
Un informe publicado a principios de esta semana evaluó una base de datos china de miles de posibles objetivos económicos y militares en Taiwán e identificó puntos estratégicos de interés.
Investigadores del Centro Mercatus de la Universidad George Mason descubrieron que las interrupciones de los cables submarinos de Internet – cruciales para la industria de semiconductores de Taipei – podrían afectar gravemente a la economía estadounidense y mundial.
Aunque puede que no se produzca una invasión en toda regla, y que China también pague un precio si se cortan los cables submarinos, puede estar “dispuesta a pagar un precio por sus objetivos estratégicos”, dijo Bruce Jones, investigador principal de la Brookings Institution y consultor del estudio, según el South China Morning Post.
“El Ejército Popular de Liberación parece haber planificado ampliamente los escenarios de invasión. Nuestro análisis de los datos de fuente abierta revela los puntos de interés estratégico de China: lugares de importancia económica, posibles ubicaciones militares e infraestructuras digitales clave, como estaciones de aterrizaje de cables submarinos”, señala el informe.
Los cables submarinos de fibra óptica transcontinentales permiten las comunicaciones digitales, como las llamadas telefónicas, los correos electrónicos y las páginas web.
Actualmente, los expertos dijeron que hay más de 450 cables a través del fondo del océano, y más de 1.300 estaciones de aterrizaje costeras únicas con Taiwán conectado a 15 cables submarinos a partir de agosto de 2022.
Sin embargo, los expertos dijeron que, a pesar de su importancia, estos cables siguen siendo “sorprendentemente vulnerables”.
“Las amenazas más evidentes son físicas, dado que los cables submarinos pueden sufrir daños de muchas maneras: mordidos por tiburones, golpeados por anclas de barcos, sacudidos por terremotos, saboteados por actores maliciosos, etc.”, señalaron.
Citando un ejemplo de 2018, los investigadores dijeron que cuando un cable que conectaba la costa de África Occidental con Europa se cortó por alguna razón desconocida, afectó a seis países africanos que dependían totalmente de ese único cable para su conectividad con la red de cables submarinos.
Aunque el coste económico exacto de la interrupción de las comunicaciones digitales de Taiwán no está claro, los expertos estiman que puede acumularse hasta 55,63 millones de dólares (48 millones de libras) al día o 1.690 millones de dólares al mes, teniendo en cuenta que la población de Taiwán es de 23,57 millones de personas.
“Sin embargo, los efectos económicos a lo largo del tiempo no serían lineales, y los costes de la interrupción aumentarían rápidamente si las empresas se vieran obligadas a realizar mayores ajustes de producción durante un conflicto sostenido”, añadieron los investigadores.
Las estaciones de aterrizaje de cables submarinos en Taiwán podrían ser especialmente vulnerables, dijeron.
Estas estructuras -a menudo edificios indescriptibles- son infraestructuras críticas para la red y conectan cables de gran capacidad.
Por ejemplo, la Pacific Light Cable Network, propiedad de la empresa matriz de Google y Facebook, Meta, tiene puntos de aterrizaje en Toucheng, Taiwán; Baler, Filipinas; y El Segundo, California.
“Los cimientos de Internet son los cables submarinos que recubren el fondo del océano, y las nuevas pruebas revelan los puntos de interés para China, que incluyen centros económicos, posibles ubicaciones militares y estaciones de aterrizaje de cables submarinos”, escribieron los expertos en el informe.
Instaron a EE.UU. y a sus aliados a trabajar con las autoridades taiwanesas para mejorar la seguridad de los cables submarinos y sus estaciones de aterrizaje, así como a participar en planes de contingencia.
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