Al parecer, los adultos huérfanos del genocidio de Ruanda de 1994 han sido conminados a abandonar un albergue para permitir que los solicitantes de asilo en el Reino Unido ocupen su lugar.
A principios de esta semana, el primer ministro Boris Johnson y la ministra de Interior Priti Patel revelaron un plan de 120 millones de libras esterlinas por el que los solicitantes de asilo serán enviados a la capital ruandesa, Kigali, para vivir mientras se tramitan sus solicitudes.
Pero cuando la Sra. Patel detalló su plan en una conferencia de prensa, no se mencionó a los 22 supervivientes del genocidio a los que supuestamente se les ha dicho que pronto serán expulsados del albergue Hope House.
Algunos dijeron que no saben a dónde irán después de que se les entregue la notificación de desalojo, según un informe del Sunday Mirror.
Una mujer que ha vivido en el refugio durante ocho años dijo al periódico: “Apenas conozco otro hogar. Sólo hace unos días me dijeron que me iba a mudar. No he pensado a dónde iré”.
Entre los huérfanos se encuentra una mujer que nació semanas antes de que sus padres fueran asesinados en el conflicto en el que fueron masacrados hasta 800.000 tutsis, informó el periódico.
Los partidos de la oposición criticaron el plan de desalojo de los huérfanos vulnerables, que ahora tienen más de 20 años.
La ministra del Interior en la sombra, Yvette Cooper, dijo: “Las revelaciones sobre Hope House son el último problema que demuestra por qué los funcionarios no podían respaldar el plan. La incompetencia y el despilfarro son señas de identidad de este Gobierno. Gran Bretaña se merece algo mejor que este caos”.
Alistair Carmichael, diputado liberal y portavoz de asuntos de interior del partido, dijo que las medidas de desalojo eran “crueles y despiadadas”.
Dijo: “La propuesta ya era bastante chocante, pero desalojar ahora a los ruandeses es espantoso.
“En lugar de abrir rutas seguras y legales para los solicitantes de asilo, Boris Johnson y Priti Patel han recurrido a tácticas crueles y despiadadas”.
Pero los desalojos denunciados fueron desestimados como “noticias falsas” por una portavoz del gobierno ruandés.
Yolande Makolo también tuiteó: “El genocidio contra los tutsis terminó hace 28 años. Este albergue ha estado casi vacío durante los últimos cinco años, los últimos inquilinos que quedan se están graduando y se les está facilitando el paso a una nueva vida.”
Había dicho al Sunday Mirror: “Ruanda tramitará las solicitudes de acuerdo con la Convención de la ONU para los Refugiados y garantizará la protección contra el trato inhumano y degradante”.
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