Los octogenarios deberían intentar dar un paseo de 10 minutos al día para alargar la vida, según un nuevo estudio.
Los investigadores descubrieron que los mayores de 85 años viven más tiempo si caminan al menos una hora a la semana.
En la nueva investigación, presentada en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en Barcelona, los académicos analizaron los datos de más de 7.000 adultos coreanos mayores de 85 años.
Los investigadores obtuvieron información sobre los niveles de actividad física de los participantes entre 2009 y 2014.
El 58% no caminaba, el 8,5% caminaba menos de una hora a la semana, el 12% caminaba de una a dos horas, el 8,7% caminaba de dos a tres horas y el 13,3% caminaba más de tres horas a la semana.
Sólo el 7,6% cumplía las recomendaciones de las directrices sobre la actividad física de intensidad moderada a vigorosa.
Los investigadores descubrieron que los que caminaban al menos una hora a la semana tenían un riesgo de muerte hasta un 40% menor que los inactivos.
“Los adultos tienen menos probabilidades de cumplir las recomendaciones de actividad a medida que envejecen”, dijo el autor del estudio, el Dr. Moo-Nyun Jin, del Hospital Sanggye Paik de la Universidad de Inje, en Seúl (Corea).
“Nuestro estudio sugiere que caminar al menos una hora cada semana es beneficioso para las personas de 85 años o más. En pocas palabras, caminar 10 minutos cada día.
“Caminar se relacionó con una menor probabilidad de morir en los adultos mayores, independientemente de que hicieran o no alguna actividad física de intensidad moderada a vigorosa”.
“Identificar la cantidad mínima de ejercicio que puede beneficiar a los ancianos es un objetivo importante, ya que los niveles de actividad recomendados pueden ser difíciles de alcanzar.
“Nuestro estudio indica que caminar, incluso una sola hora a la semana, es ventajoso para los mayores de 85 años en comparación con la inactividad total. El mensaje para llevar a casa es seguir caminando durante toda la vida”.
Al comentar el estudio, Chloe MacArthur, enfermera cardiaca sénior de la Fundación Británica del Corazón, dijo: “Sabemos que la actividad física regular es buena para nosotros a cualquier edad, ya que ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de desarrollar presión arterial alta y colesterol alto.
“Estos factores son vitales para reducir el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral y mejorar la calidad de vida.
“Nunca es demasiado tarde para ponerse activo. Empiece con algo pequeño e intente incorporar más movimiento a su vida diaria, ya sea haciendo las tareas domésticas, trabajando en el jardín o saliendo a dar un paseo rápido.
“Para quienes no se mueven, los ejercicios en silla que pueden realizarse en casa también pueden ser beneficiosos. Verás que esos minutos de actividad pronto empiezan a sumarse”.
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