Los colegios británicos han empezado a escribir a padres y cuidadores para advertirles de que estén alerta contra el estreptococo del grupo A, una infección bacteriana potencialmente mortal que ha matado al menos a siete niños en las últimas semanas tras un aumento de los casos.
Un niño de 12 años de Lewisham, al sur de Londres, es el último que ha perdido la vida a causa del estreptococo A, según se ha sabido.
La bacteria (Streptococcus pyogenes) puede permanecer en la garganta y en la piel y causar muchas enfermedades diferentes si se transmite a través de estornudos o contacto físico, incluyendo impétigo, escarlatina y faringitis estreptocócica.
Aunque la gran mayoría de las infecciones resultan relativamente leves, la bacteria también puede causar a veces una enfermedad potencialmente mortal conocida como enfermedad estreptocócica invasiva del grupo A (iGAS), cuyos síntomas incluyen fiebre alta, fuertes dolores musculares, sensibilidad muscular localizada y enrojecimiento en el lugar de la herida.
Según datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA), este año se han producido 2,3 casos de enfermedad invasiva por cada 100.000 niños de entre uno y cuatro años en Inglaterra, en comparación con una media de 0,5 en las temporadas prepandémicas (2017 a 2019).
También ha habido 1,1 casos por cada 100.000 niños de cinco a nueve años, en comparación con el promedio prepandémico de 0,3.
“Los niños que han tenido varicela o gripe (‘flu’) recientemente tienen más probabilidades de desarrollar una infección más grave durante un brote de escarlatina, por lo que los padres deben permanecer atentos a síntomas como fiebre alta persistente, celulitis (infección de la piel) y artritis (dolor e hinchazón de las articulaciones)”, se leía.
“Si está preocupado por cualquier motivo, por favor, busque asistencia médica inmediatamente”.
Según los expertos, la varicela aumenta el riesgo de que el niño contraiga una infección porque daña la piel y puede dejar lesiones abiertas, mientras que la gripe provoca un aumento de la tos y los estornudos, lo que eleva el riesgo de que las bacterias se propaguen.
En la carta se advierte a los padres de que se pongan en contacto con su médico de cabecera o llamen al NHS 111 si su hijo enferma o se encuentra mal, que no lo lleven al colegio hasta que mejore y que practiquen una buena higiene de manos y utilicen pañuelos para proteger la tos y el resfriado.
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