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Un juez italiano ha fallado en contra de los padres de un niño de dos años que necesita urgentemente una operación de corazón después de que exigieran que los médicos sólo utilizaran transfusiones de sangre de donantes no vacunados.
La saga médica comenzó en el norte de Italia hace dos semanas, cuando el padre del niño -que padece una enfermedad cardíaca- pidió al hospital Sant’Orsola de Bolonia que no utilizara sangre donada por personas vacunadas contra el Covid, lo que provocó el retraso de la operación.
El hombre recurrió a los canales de Telegram contra la vacuna en busca de voluntarios. “Urgente. Se necesita sangre no vacunada para una operación delicada”, escribió, bajo el seudónimo de Paolo, según el periódico italiano La Gazzetta di Modena.
Cuando los médicos informaron a los padres de que la petición -que al parecer se hizo por motivos religiosos- no se ajustaba a los criterios del hospital para las donaciones de sangre, la pareja recurrió a los abogados y emprendió acciones legales.
El hospital llevó el asunto ante el juez tutelar de la cercana ciudad de Módena, cuya función es velar por la protección de las personas vulnerables, incluidos los niños, y cuyos procedimientos judiciales son de carácter informal.
El juez rechazó el recurso de los padres y dijo que era totalmente seguro utilizar sangre de donantes vacunados. El abogado de la pareja dijo que podrían apelar, según la agencia nacional de noticias ANSA.
Al parecer, los padres habían presentado una lista de 40 personas no vacunadas que estaban dispuestas a donar su sangre a su hijo enfermo.
Pero cuando se trata de transfusiones, hay normas que deben cumplirse, dijo a los medios locales el director del centro de sangre de Italia.
“Las elecciones se basan en criterios de compatibilidad y no en caprichos. Utilizar la sangre de personas no vacunadas no tiene ninguna base científica, ya que la vacuna no se transmite con la transfusión”, dijo el doctor Vincenzo De Angelis al Corriere di Bologna.
En un caso similar ocurrido el año pasado, dos hermanas rechazaron una transfusión de sangre para su padre enfermo de 90 años debido a la preocupación por los donantes vacunados, según el Dr. Nino Cartabellotta, director de GIMBE, una organización de apoyo a los derechos sanitarios universales.
En las redes sociales, algunos italianos expresaron su frustración hacia los padres e instaron a los servicios sociales a intervenir.
“Este alarmante fenómeno está muy arraigado en cierta parte de la población y debe ser tomado en serio”, dijo un usuario de Twitter.
Otros internautas compartieron su apoyo a la pareja. “Bien, proteger a los propios hijos es sacrosanto”, decía otro tuit.
Casi cuatro quintas partes de la población italiana está totalmente vacunada, mientras que alrededor del 56% se ha sometido a una tercera inyección.
El mes pasado, el gobierno italiano estableció la obligatoriedad de las vacunas para los mayores de 50 años, siendo uno de los pocos países europeos que ha tomado esta medida, en un intento de aliviar la presión sobre sus hospitales. No obstante, tiene previsto suavizar las estrictas restricciones sobre el coronavirus a partir del 11 de febrero.
Italia ha registrado más de 138.000 muertes por coronavirus desde que surgió su brote en febrero de 2020, la segunda cifra más alta de Europa después de Gran Bretaña.
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