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Las autoridades de Milán están apagando las fuentes públicas mientras Italia lucha contra una de sus peores sequías en años.
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, dijo que los aspersores de los parques no deberían utilizarse salvo para preservar los árboles recién crecidos, en medio de las advertencias de racionamiento de agua durante el día.
La medida se produce después de que la región de Lombardía haya declarado el estado de emergencia. Más de la mitad de las 100 fuentes decorativas de la ciudad ya han sido desconectadas durante el fin de semana y el resto lo serán en los próximos días.
Las fuentes con peces y plantas están exentas de la norma, al igual que las fuentes de agua potable. También se ha instado a los residentes del centro comercial y de la moda a que reduzcan al máximo el consumo de agua en sus hogares.
Además, se ha pedido a los habitantes y propietarios de negocios que no pongan sus aparatos de aire acondicionado por debajo de los 26ºC para conservar la energía, después de que algunas partes de la ciudad sufrieran la semana pasada cortes de electricidad, que se cree que fueron causados por un aumento del uso de los aparatos de aire acondicionado en medio de las altas temperaturas.
“Tenemos que tomar medidas y creemos que es correcto hacer nuestra parte”, dijo el Sr. Sala, alcalde de Milán.
Italia está sufriendo una intensa y prolongada ola de calor, con temperaturas que se prevé que superen los 40ºC en algunas partes del país a finales de la semana.
La sequía ha golpeado con especial dureza a las regiones del norte, donde el reseco río Po, la vía fluvial más larga de Italia, está causando estragos en todos los ámbitos, desde la agricultura y la energía hidroeléctrica hasta el suministro de agua potable.
También se ha extendido al río Arno, en la Toscana, y al Tíber y al Aniene, ambos en el Lacio, y está afectando a varios lagos, incluidos los del sur.
Fabrizio Curcio, jefe del departamento de protección civil de Italia, dijo el lunes que el Po era hasta un 80% más bajo de lo habitual debido a que las precipitaciones estaban entre un 40% y un 50% por debajo de la media de los últimos años y las nevadas habían descendido un 70%.
El Sr. Curcio añadió que se espera que se anuncie el estado de emergencia en otras regiones, ya que el gobierno ha establecido medidas contra la sequía, que podrían incluir el racionamiento de agua durante el día en algunas zonas. En varias ciudades del norte ya se aplican restricciones nocturnas al uso del agua, mientras que muchas dependen del suministro de agua en camiones.
Attilio Fontana, presidente de Lombardía, dijo que la sequía era la peor que había experimentado la región. Las consecuencias de la sequía del valle del Po en la agricultura se estiman en más de 3.000 millones de euros, según Coldiretti, la asociación de agricultores.
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