Mohamed Salah mantuvo su récord de marcar al menos 20 goles por temporada cada año en el Liverpool, ya que ayudó a asegurar una victoria por 2-0 sobre Wolves que los acercó a los cuatro primeros de la Premier League.
El internacional egipcio remató a la red un centro de Kostas Tsimikas en el minuto 77 para doblar la ventaja que les había dado Virgil van Dijk con un cabezazo a bocajarro instantes antes y sumar su gol 127 en liga con el club.
El gol le colocó a uno de Robbie Fowler, sexto en la lista de goleadores de todos los tiempos de los Reds, y aseguró una trabajada victoria que les permitió sumar 10 puntos de los últimos 12 y situarse a dos victorias del cuarto clasificado, el Tottenham, con un partido menos.
Los goles de los dos jugadores más experimentados del Liverpool sobre el terreno de juego mantuvieron su impulso, que había estado en peligro de estancarse tras el decepcionante empate sin goles del sábado en el campo del Crystal Palace.
Después de haber alineado el once inicial más veterano del club (media de edad 29 años 218 días) desde hace casi 70 años en Selhurst Park el sábado, el entrenador Jurgen Klopp refrescó las cosas con seis cambios, incluyendo todo su centro del campo, donde eligió a Stefan Bajcetic, de 18 años, y Harvey Elliott, de 19 años, a cada lado de Fabinho.
Los dos adolescentes más Darwin Núñez llamaron la atención en la primera mitad, en la que Elliott desperdició las dos mejores ocasiones, que no se materializaron hasta cinco minutos antes del descanso.
Primero cabeceó desviado un centro de Núñez, que regresaba tras un problema en el hombro, cuando debería haber marcado, y luego estrelló una volea en el césped cuando el internacional uruguayo bajó con el pecho el centro de Trent Alexander-Arnold y el rebote dio a José Sa el tiempo suficiente para reaccionar y desviar el disparo al poste.
El único intento del Wolves llegó a los tres minutos, cuando Joao Moutinho, que volvía al once por la lesión de Matheus Cunha, obligó a Alisson a realizar una parada.
A los diez minutos de la reanudación, la conexión entre Núñez y Elliott volvió a cobrar protagonismo cuando el delantero habilitó a su compañero, pero su débil disparo fue atajado cómodamente por Sa.
Núñez se ha hecho querer en Anfield tanto por la imprevisibilidad que aporta como por la amenaza de gol que representa, y una fulgurante carrera por la izquierda, saltándose un par de retos, fue estropeada por un centro demasiado cerca de Sa.
Pensó que había roto el empate en el minuto 66, cuando Diogo Jota remató desde el fondo del área, pero el balón le cayó a Núñez, que lo pasó a su pie derecho y batió a Sa.
Sin embargo, el VAR aconsejó al árbitro Paul Tierney que viera el monitor del terreno de juego y anuló el gol por falta de Jota sobre Max Kilman.
Pero la presión iba en aumento contra unos Wolves relativamente desdentados, que habían goleado a sus rivales por 3-0 en Molineux a principios de mes en la que posiblemente fue la peor actuación del Liverpool de la temporada, y finalmente se notó.
La falta lanzada por Alexander-Arnold fue rematada de cabeza por Van Dijk y Sa sólo pudo detenerla Jota, que devolvió el balón al área pequeña, donde estaba el capitán holandés para rematar de cabeza.
Seis minutos después, Salah sentenció el partido al rematar a la red un centro de Tsimikas tras una internada del lateral izquierdo por la banda.
En sus notas del programa, Klopp había subrayado que pensaba que en las últimas semanas -aparte de la paliza por 5-2 del Real Madrid en la Liga de Campeones- habían ido en la dirección correcta, y una cuarta portería a cero consecutiva por primera vez desde abril era algo más que celebrar.
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