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Cientos de destacados israelíes han pedido a Gran Bretaña y Alemania que cancelen las próximas visitas de Benjamin Netanyahu, afirmando que sus controvertidas reformas judiciales están convirtiendo a Israel en una “dictadura teocrática.”
La nueva coalición gobernante de Netanyahu, un conjunto de partidos ultranacionalistas y ultraortodoxos, ha sacado adelante una legislación que pretende debilitar al Tribunal Supremo y dar a los ministros el control sobre el nombramiento de los jueces.
El Parlamento israelí aprobó el martes un proyecto de ley que permitiría a los políticos aprobar leyes que el Tribunal Supremo no puede revocar.
Los cambios han dividido al país y han llevado a decenas de miles de israelíes a las calles para protestar en las últimas semanas.
El ex primer ministro israelí Ehud Barak hizo esta semana un llamamiento a la desobediencia civil para impedir que se aprueben las reformas judiciales.
“Una vez que un gobierno, utilizando las herramientas de la democracia para destruirla desde dentro, acaba actuando de forma descaradamente ilegítima, no es sólo el derecho de los ciudadanos, es, a mi juicio, la obligación de los ciudadanos volcarse desgraciadamente hacia la desobediencia civil”, dijo.
En una carta dirigida a los embajadores alemán y británico en Israel, unas 1.000 personalidades israelíes afirmaron que Israel se encuentra en medio de la crisis más extrema de su historia.
“Ante el peligroso y destructivo liderazgo del Sr. Netanyahu, y a la luz de una vasta resistencia civil democrática contra la destrucción de las instituciones del Estado por una legislación antidemocrática, pedimos que Alemania y Gran Bretaña anuncien rápidamente al acusado Netanyahu que sus visitas de Estado previstas a sus países quedan canceladas”, reza la carta. “Si estas visitas siguen adelante según lo previsto, una oscura sombra se cernirá sobre ellas”.
La carta estaba firmada por el escritor David Grossman, la novelista Dorit Rabinyan, el director nominado al Oscar Uri Barbash y decenas de académicos, empresarios y profesionales.
Netanyahu tiene previsto reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz, el jueves en Berlín, donde los expatriados israelíes dicen que están organizando una gran protesta.
Volvió al poder en diciembre, tras las quintas elecciones del país en menos de cuatro años, al frente del gobierno más derechista en los 75 años de historia de Israel.
Su coalición gobernante afirma que las reformas son una medida largamente esperada para frenar lo que consideran una influencia desmesurada de jueces no elegidos.
Los críticos dicen que las reformas concentran el poder en manos de Netanyahu y su mayoría parlamentaria y son un intento de Netanyahu, que está siendo juzgado por cargos de corrupción, para escapar de la justicia.
En una sesión nocturna que se prolongó hasta primera hora de la mañana, la Knesset dio su aprobación inicial a varias leyes, entre ellas un proyecto de ley que protege al primer ministro de ser declarado incapaz para el cargo, o incapacitado, y otro para permitir los asentamientos en el norte de Cisjordania. Una tercera ley permitiría al Parlamento aprobar leyes que no puedan ser objeto de revisión judicial. Cada uno de los proyectos requiere votaciones adicionales antes de ser consagrado como ley.
Por otra parte, el ministro británico de Asuntos Exteriores dijo que había planteado a los ministros israelíes la necesidad de un “uso cuidadoso del lenguaje” después de que uno de ellos sugiriera la eliminación de un pueblo palestino.
James Cleverly dijo a los parlamentarios que había expresado su preocupación por la construcción de asentamientos en Cisjordania ocupada en reuniones recientes con su homólogo israelí.
Los colonos judíos de la Cisjordania ocupada arrasaron la aldea palestina de Huwara a finales de febrero, donde dos hermanos israelíes habían muerto anteriormente en un ataque palestino a tiros.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, sugirió que la aldea debía ser arrasada, comentarios que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó posteriormente de inapropiados.
Associated Press contribuyó a este reportaje.
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