En la última revisión de las normas inglesas para combatir el coronavirus, el gobierno de Boris Johnson ha dictaminado que el periodo de autoaislamiento exigido a quienes hayan dado positivo en la prueba de Covid-19 puede reducirse ahora de siete a cinco días en caso de que posteriormente den negativo dos veces.
El secretario de Sanidad, Sajid Javid, anunció el pasado jueves que el recorte entraría en vigor en Inglaterra a partir del lunes 17 de enero, pero dijo que las personas tendrían que dar negativo en el sexto día para escapar del aislamiento.
La evidencia científica es que dos tercios de los casos de Covid “ya no son infecciosos después del final del quinto día”, dijo Javid en la Cámara de los Comunes, añadiendo que cualquier restricción de las libertades de las personas debe ser “absolutamente el último recurso” y no debe permanecer en su lugar “un día más de lo absolutamente necesario”.
Anteriormente, las personas debían estar aisladas durante siete días a partir del momento en que presentaban síntomas o daban positivo en las pruebas, y se les daba el alta tras dos resultados negativos en las pruebas de flujo lateral en los días sexto y séptimo.
Las directrices revisadas se aplican a todas las personas, independientemente de su estado de vacunación o de la cepa de Covid que puedan haber contraído.
Las personas que no estén vacunadas y entren en contacto con una persona infectada deben seguir autoaislándose durante los siete días, pero las que estén vacunadas y se encuentren con el virus no tienen que aislarse, pero ahora se les aconseja realizar flujos laterales diariamente.
Si uno de ellos da positivo, lo que indica un caso de “avance”, el paciente debe aislarse durante los siete días completos y solicitar una prueba de PCR para verificar el resultado.
El primer ministro ya había advertido sobre el aislamiento de cinco días: “El riesgo es que se multiplicaría por tres el número de personas infecciosas que vuelven al trabajo”.
Sin embargo, posteriormente cambió de táctica tras una nueva consulta con los asesores científicos del gobierno, deseosos de reducir los trastornos en el lugar de trabajo, ya que la variante Omicron sigue prosperando y las cifras de infección diaria siguen siendo altas.
La escasez de personal ha continuado creando problemas en todo el país durante los últimos dos meses y el gobierno está desesperado por evitar que se repita la “pingdemia” experimentada en el verano de 2021, cuando la aplicación de Prueba y Rastreo del NHS, demasiado entusiasta, disparaba notificaciones ordenando a la gente que se autoaislara y provocando el caos sin querer.
Otro cambio reciente en el protocolo significa que, a partir del martes 11 de enero, los pacientes asintomáticos de Covid que den positivo con una prueba de flujo lateral ya no necesitan buscar una prueba de PCR para confirmar el diagnóstico.
Aquellos que no presenten síntomas podrán empezar a autoaislarse inmediatamente, en lugar de esperar días para la confirmación, lo que debería contribuir a paliar la escasez de personal que actualmente asola a las empresas británicas, a la vez que se alivia la presión sobre los sobrecargados laboratorios.
A cualquier persona que dé positivo se le aconseja que subir su resultado al sistema del NHS para permitir que Test and Trace se ponga en contacto con sus contactos cercanos y a aquellos y aquellas que traicionen los síntomas (temperatura alta, tos continua y pérdida del sentido del gusto o del olfato) se les sigue indicando que busquen una PCR.
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