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Vladimir Putin se ha mofado de que al público británico se le ofrezcan nabos para comer durante la escasez de alimentos, al tiempo que ha afirmado que la economía de Rusia se mantiene firme a pesar de las sanciones occidentales por la guerra en Ucrania.
En un discurso a los líderes empresariales, Putin dijo que los analistas occidentales habían profetizado que los estantes de las tiendas de Rusia se vaciarían y los servicios se colapsarían como resultado de las sanciones.
“La vida tenía otras ideas”, dijo. “Los propios países occidentales se encontraron con los mismos problemas. Se ha llegado al punto de que sus líderes sugieren a los ciudadanos que cambien los nabos por lechugas o tomates.”
El presidente ruso parecía referirse a las declaraciones de la ministra de Agricultura, Therese Coffey, quien dijo el mes pasado que los británicos que tienen dificultades para conseguir tomates, pimientos y pepinos importados en los supermercados podrían considerar más los nabos de temporada cultivados en casa, una hortaliza que ha sufrido problemas de imagen en las últimas décadas debido a su asociación con épocas menos prósperas.
Los consumidores de la mayor parte del resto de Europa occidental no sufrieron la misma escasez, provocada por un clima anormalmente frío que perturbó las cosechas en el sur de Europa y el norte de África.
Aunque la contracción económica del 2% de Rusia el año pasado desafió la mayoría de las previsiones iniciales, los analistas afirman que pasarán años antes de que recupere su tamaño de 2021, y más tiempo hasta que vuelva a su anterior senda de crecimiento.
El Fondo Monetario Internacional prevé que la economía rusa crezca un 0,3% este año; muy por debajo del 3,75% previsto para 2022 antes de la invasión.
Aunque elogió la resistencia de Rusia, Putin también reconoció los riesgos para la economía y dijo a los líderes empresariales que antepusieran el patriotismo a los beneficios.
Una de las principales razones de la resistencia rusa son los beneficios récord obtenidos el año pasado por los combustibles fósiles, que ascendieron a 325.000 millones de dólares (270.000 millones de libras), debido a la escalada de los precios. El aumento de los costes se debió al temor de que la guerra supusiera una grave pérdida de energía para el tercer productor mundial de petróleo.
Estos ingresos, unidos al colapso de las importaciones rusas debido a las sanciones, llevaron al país a un superávit comercial récord, lo que significa que los ingresos de Rusia por sus ventas a otros países superaron con creces sus compras en el extranjero.
Putin hablaba mientras salía a la luz una nueva acusación contra el comportamiento de sus fuerzas durante la guerra de un año de duración, cuando el organismo de investigación bajo mandato de la ONU dijo que Rusia había cometido crímenes de guerra de amplio alcance en Ucrania, como asesinatos deliberados y torturas.
Por otra parte, al menos una persona murió y dos resultaron heridas en una explosión y un incendio en un edificio perteneciente al servicio de seguridad ruso FSB en la ciudad meridional de Rostov del Don, según funcionarios citados por agencias de noticias rusas.
Información adicional de Reuters
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