Se inicia una investigación después de que una mujer muestre la “tarjeta de privilegio blanco” a un policía de Alaska durante una parada de tráfico

Se ha iniciado una investigación después de que una mujer mostrara su “tarjeta de privilegio blanco” y se hiciera un selfie con un agente de policía durante un control de tráfico en Alaska.

Mimi Israelah afirmó en un post de Facebook que se dirigía al mitin del expresidente Donald Trump en Anchorage el pasado sábado cuando fue detenida.

Escribió que acababa de volar desde California y que estaba “hambrienta y somnolienta” al volante, admitiendo que su vehículo “se agitaba en la carretera”.

Cuando se detuvo, escribió que el “oficial Bo” le pidió ver su permiso de conducir, pero que no lo encontró. En su lugar, escribió que sacó su “tarjeta de privilegio blanco”.

“Cuando vi mi tarjeta de privilegio blanco, le di si está bien”, escribió. “Se rió y llamó a su compañero. Es la primera vez que ven una tarjeta de Privilegios Blancos (sic)”.

La Sra. Israelah, cuyo perfil en las redes sociales dice que es filipina, compartió una foto de ella y el oficial sonriendo juntos mientras mostraba la tarjeta a la cámara.

“¡La tarjeta de privilegio blanco funciona como un permiso de conducir! Lleva siempre una en tu cartera”, subtituló el post.

El post fue eliminado después de que provocara un gran revuelo sobre cuestiones de desigualdad racial.

Sin embargo, el post ya había sido capturado y compartido en línea. Las imágenes del incidente, que parece haber sido filmado por la Sra. Israeleh, también se volvieron a publicar.

En ella, se ve a dos agentes de pie fuera de su coche mientras se ríen y bromean sobre la tarjeta.

“¿Te gusta mi tarjeta de privilegio blanco?”, pregunta ella.

Uno de los agentes responde “es divertidísimo”, y ambos se ríen.

No está claro si la mujer recibió una multa o si le hicieron presentar su permiso de conducir. En los comentarios de la publicación original de la Sra. Israeleh, ésta afirma que no le pusieron ninguna multa.

El departamento confirmó al Associated Press que el incidente estaba “bajo investigación”, pero no proporcionó más detalles.

El jefe de la policía de Anchorage, Michael Kerle, pareció abordar el incidente en una críptica declaración en el sitio web del departamento el martes.

“Quiero dirigirme personalmente a la comunidad para proporcionar algo de claridad con respecto a nuestras normas internas de conducta y garantizar que quede claro para los ciudadanos de Anchorage cuál es la expectativa de los empleados de APD y cómo interactuamos con nuestra comunidad”, dijo.

“Como profesionales de la aplicación de la ley, somos responsables de nuestras acciones, y soy consciente de que la acción de un agente puede afectar a la confianza entre el cuerpo de policía y nuestra comunidad.

“Sé que todos somos humanos. Pero pertenecemos a una profesión que no tolera, practica, aprueba, facilita o colabora con ninguna forma de discriminación. Esta profesión requiere que nuestros empleados traten a todos con respeto y sean culturalmente conscientes y competentes.”