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El juego se suspendió durante tres horas en el Open de Australia el martes por la tarde debido al calor extremo.
Con una temperatura de unos 30 grados, la escala de estrés térmico del torneo, que también tiene en cuenta la humedad y la velocidad del viento, llegó a cinco justo después de las dos de la tarde, por lo que el juego se detuvo en las pistas exteriores.
Entre los afectados estaba el número dos británico, Dan Evans, que acababa de tomar una ventaja de dos sets a uno sobre el argentino Facundo Bagnis en la primera ronda.
El juego continuó bajo los techos de los estadios Rod Laver, Margaret Court y John Cain.
La decisión llegó justo antes del comienzo del choque entre Andy Murray y Matteo Berrettini en la Laver, lo que permitió que se jugara bajo techo.
Hubo que esperar hasta las 5 de la tarde para que las condiciones mejoraran lo suficiente como para reanudar el juego en las pistas exteriores.
Se pronosticaba que el martes sería el día más caluroso del torneo, con la posibilidad de tormentas y temperaturas más frescas a partir del miércoles.
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