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Las fuerzas especiales estadounidenses llevaron a cabo una incursión antiterrorista “a gran escala” en el noroeste de Siria, dijo el jueves el Pentágono, mientras se rumoreaba que el objetivo era el nuevo jefe del llamado Estado Islámico.
Los primeros en responder dijeron que el mortal ataque nocturno en Idlib, controlada por la oposición, mató a 13 personas, incluidos seis niños y cuatro mujeres.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, dijo que fue “exitoso”, sin dar más detalles.
“No hubo víctimas estadounidenses. Se proporcionará más información a medida que esté disponible”, dijo en un breve comunicado.
El Pentágono no proporcionó detalles sobre el objetivo de la incursión, ni si murieron o resultaron heridos enemigos o civiles sobre el terreno.
Idlib es el hogar de varios altos operativos de Al Qaeda y de altos miembros del Estado Islámico.
El jefe del Isis, Abu Bakr al Baghdadi, murió en una incursión de la era Trump en Idlib en 2019. El jueves circularon rumores de que el objetivo de la incursión nocturna era el sucesor de Baghdadi, el jefe del Estado Islámico, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurashi. Se compartieron en línea fotos que supuestamente mostraban su cadáver.
Dijeron que la incursión duró tres horas y que lograron rescatar a un niño herido cuya familia entera había muerto en la operación.
Imágenes aparentemente tomadas en el lugar de los hechos en la tranquila aldea de Atmeh, cerca de la frontera turca, mostraban a hombres excavando entre los escombros de una casa de dos plantas parcialmente destruida.
En otro clip compartido en línea, que supuestamente fue tomado en las cercanías, se mostraba a los rescatistas cargando a una niña herida.
Los residentes de Atmeh dijeron que oyeron a los helicópteros sobrevolando sus cabezas antes de que los soldados se posaran y las fuerzas estadounidenses comenzaran su incursión, que dio lugar a una batalla de varias horas.
En un video compartido en línea, un hombre que dijo ser un vecino dijo que escuchó a los soldados decir a las mujeres y a los niños que salieran primero de la casa. Dijeron que había partes de cuerpos esparcidos cerca del lugar de la redada.
Un funcionario de los servicios de inteligencia iraquíes en contacto con la coalición liderada por Estados Unidos dijo TheAssociated Press que el objetivo era un líder militante de alto rango cuya identidad será revelada por la Casa Blanca más tarde en el día. El funcionario añadió que la información sugiere que podría ser el sucesor de al-Baghdadi.
Se espera que el presidente Joe Biden amplíe los detalles de la redada más tarde el jueves.
La redada se llevó a cabo en la provincia noroccidental siria de Idlib, controlada en gran medida por combatientes respaldados por Turquía, pero que también es un bastión de Al Qaeda y hogar de varios de sus principales operativos. Otros militantes, incluidos extremistas del grupo rival Isis, también han buscado refugio en la región.
Jamil el-Deddo, residente de un campo de refugiados cercano, dijo The Associated Press que los primeros momentos fueron “aterradores, nadie sabía lo que estaba pasando”.
“Estábamos preocupados de que pudieran ser aviones sirios, lo que nos trajo el recuerdo de las bombas de barril que solían lanzarnos”, añadió, en referencia a los contenedores llenos de explosivos crudos utilizados por las fuerzas del presidente Bashar Assad contra los opositores durante el conflicto sirio.
La planta superior de la casa quedó casi totalmente destruida en el asalto del jueves, con el techo y las paredes derribadas.
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