Ucrania ha dicho que podría tener que cerrar la mayor central nuclear de Europa para evitar una catástrofe, ya que los combates se produjeron el jueves cerca de la planta de Zaporizhzhia.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo que las aldeas cercanas a la planta habían sido fuertemente bombardeadas en las 24 horas hasta el jueves por la mañana desde “tanques, morteros, cañones y artillería de chorro”.
La planta, en el sureste de Ucrania, está en territorio controlado por Rusia.
Durante la noche, las fuerzas rusas atacaron la cercana ciudad de Nikopol con cohetes y artillería pesada, dañando varios edificios.
Ucrania ha dicho que podría tener que cerrar la planta nuclear y ha pedido a los residentes en las zonas cercanas a la instalación en conflicto que evacuen por su propia seguridad.
A principios de esta semana, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) pidió que se estableciera una “zona de seguridad” alrededor de la planta.
Según el OIEA, “el bombardeo en el lugar y en sus alrededores debe detenerse inmediatamente para evitar más daños a la planta y a las instalaciones asociadas, por la seguridad del personal operativo y para mantener la integridad física que permita un funcionamiento seguro”.
“Esto requiere el acuerdo de todas las partes relevantes para el establecimiento de una zona de protección de la seguridad nuclear alrededor de la ZNPP”, añadió.
Rusia y Ucrania se han culpado mutuamente de los bombardeos que se han producido cerca de la central, con riesgo de catástrofe nuclear. Las fuerzas rusas tomaron el control de la planta poco después de su invasión de Ucrania, pero los técnicos ucranianos siguen operando la central.
Mykola Lukashuk, jefe del consejo de la región de Dnipro, dijo en el canal de Telegram que los rusos estaban bombardeando Nikopol desde la dirección de Enerhodar, la principal ciudad que sirve a la planta de Zaporizhzhia.
“Los ocupantes están bombardeando deliberadamente objetos civiles para aterrorizar a la población”, dijo Lukashuk.
Rusia niega haber atacado deliberadamente a los civiles en su “operación militar especial” para desarmar y “desnazificar” Ucrania. Kiev y sus aliados dicen que la invasión es una guerra de agresión no provocada.
El jueves, la agencia de noticias estatal rusa TASS informó, citando a un jefe de la administración de Enerhodar instalado en Moscú, Alexander Volga, que las fuerzas ucranianas no han estado atacando la planta con artillería.
“No se han observado ataques de artillería en la (planta), pero los drones vuelan periódicamente”, citó TASS a Volga.
“Desde hace dos días se lanzan proyectiles desde vehículos aéreos no tripulados en el territorio de la propia planta”.
(Con las agencias)
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