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Ucrania: Un soldado ruso será juzgado por primera vez por crímenes de guerra

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Un soldado ruso acusado de matar a un civil anciano en Ucrania se enfrentará el viernes a un tribunal de Kiev en el primer juicio por crímenes de guerra desde que Moscú lanzó su brutal invasión en febrero.

El sargento Vadim Shyshimarin, de 21 años, está acusado de disparar a un hombre ucraniano desarmado de 62 años en el pueblo nororiental de Chupakhivka, en el óblast de Sumy. Según la legislación ucraniana, podría enfrentarse a una pena de cadena perpetua.

Victor Ovsyanikov, el defensor, ha reconocido que el caso contra el presunto asesino es sólido, pero dijo que la decisión final sobre las pruebas que se permitirán aún debe ser tomada por el tribunal.

Ovsyanikov dijo que él y el acusado aún no habían decidido cómo se declarará.

El juicio de Shyshimarin, miembro capturado de una unidad de tanques, se produce mientras la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, lleva a cabo un número cada vez mayor de investigaciones sobre las denuncias de que las tropas del presidente Vladimir Putin mataron, torturaron y abusaron de civiles.

Su oficina ha dicho que está investigando más de 10.700 posibles crímenes de guerra en los que están implicados más de 600 sospechosos, incluidos soldados y funcionarios rusos.

Las revelaciones sobre supuestas masacres de civiles comenzaron a circular después de que Rusia retirara sus tropas del noreste de Ucrania tras su intento fallido de capturar la capital.

Bucha, una ciudad situada a unos 25 km (15,5 millas) al oeste de Kiev, fue una de las primeras zonas que suscitaron la condena y la vergüenza internacionales tras la aparición de imágenes de fosas comunes y calles sembradas de cadáveres.

Al ser el primer caso de crímenes de guerra en Ucrania, todas las miradas están puestas en el procesamiento de Shyshimarin.

Uno de los mayores grupos de derechos humanos de Ucrania ha dicho que los activistas vigilarán el juicio del soldado ruso para garantizar que se protejan sus derechos legales. Puede ser difícil, dijo, mantener la neutralidad de los procedimientos judiciales en tiempos de guerra.

El cumplimiento de las reglas y normas del juicio “determinará cómo se tratarán casos similares en el futuro”, dijo Volodymyr Yavorskyy, coordinador del Centro de Libertades Civiles de Kyiv.

Vadim Karasev, analista político independiente con sede en Kiev, dijo que es importante que las autoridades ucranianas “demuestren que los crímenes de guerra serán resueltos y los responsables serán llevados ante la justicia de acuerdo con las normas internacionales”.

A lo largo de la semana pasada, Venediktova, su oficina y el Servicio de Seguridad de Ucrania, la agencia policial del país, han publicado en sus cuentas de las redes sociales algunos detalles de la investigación sobre las acciones de Shyshimarin.

El 28 de febrero, cuatro días después de que Rusia invadiera Ucrania, Shyshimarin se encontraba entre un grupo de tropas rusas que habían sido derrotadas por las fuerzas ucranianas, según el relato de Venediktova.

Mientras los rusos huían, supuestamente dispararon contra un coche particular y se apoderaron del vehículo. A continuación, se dirigieron a Chupahivka, un pueblo de la región de Sumy situado a unos 320 kilómetros al este de Kiev.

En el camino, dijo Venediktova, los soldados rusos vieron a un hombre caminando por la acera y hablando por teléfono. A Shyshimarin le ordenaron matar al hombre para que no pudiera denunciarlos a las autoridades militares ucranianas. Ella no identifica quién dio la orden.

Shyshimarin disparó su rifle Kalashnikov a través de la ventana abierta y golpeó a la víctima en la cabeza.

“El hombre murió en el acto a pocas decenas de metros de su casa”, escribió Venediktova.

El Servicio de Seguridad de Ucrania, conocido como SBU, publicó el 4 de mayo un breve vídeo de Shyshimarin hablando ante la cámara y describiendo brevemente cómo disparó al hombre.

El SBU describió el vídeo como “una de las primeras confesiones de los invasores enemigos”.

“Me ordenaron disparar”, dijo Shyshimarin, que llevaba una sudadera con capucha azul y gris. “Le disparé una (bala). Cayó. Y seguimos adelante”.

Con información adicional de AP

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