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Un perro ha sido diagnosticado de viruela del mono en lo que se cree que es el primer caso confirmado de transmisión de la enfermedad de los humanos a las mascotas.
El galgo italiano, de 4 años de edad, dio positivo en la prueba de la enfermedad a principios de este verano, poco después de que sus propietarios, que viven en Francia, mostraran los primeros síntomas.
Los propietarios acudieron al Hospital Pitié-Salpêtrière de París el 10 de junio tras desarrollar úlceras. Se descubrió que tenían viruela del mono, que hasta ahora ha infectado a más de 1.700 personas en Francia.
El animal seguía compartiendo la misma cama que la pareja, que dijo haber tenido “cuidado de evitar el contacto de su perro con otros animales domésticos o humanos desde el inicio de sus propios síntomas”.
Menos de dos semanas después de que se les diagnosticara la enfermedad vírica, su perro empezó a mostrar signos de viruela del mono.
Los investigadores de la Universidad de la Sorbona de la capital francesa hicieron pruebas al animal y confirmaron que tenía la misma cepa de la enfermedad que la pareja.
“Hasta donde sabemos, la cinética de aparición de los síntomas en ambos pacientes y, posteriormente, en su perro sugiere la transmisión del virus de la viruela del mono de persona a persona”, escribieron en un estudio publicado en la revista Lancet revista de salud este mes.
“Nuestros hallazgos deberían suscitar un debate sobre la necesidad de aislar a las mascotas de los individuos positivos al virus de la viruela del mono. Pedimos que se siga investigando sobre las transmisiones secundarias a través de los animales de compañía”, añadieron.
Aunque la enfermedad se ha detectado en animales salvajes en países endémicos y en primates cautivos en Europa, no se había identificado previamente en animales domésticos, dijeron los investigadores.
Hasta el 12 de agosto, más de 80 países habían notificado casos de viruela del mono, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado como emergencia sanitaria mundial.
En total, se han confirmado más de 31.400 infecciones en todo el mundo, de las cuales unas 3.000 se han identificado en el Reino Unido.
La semana pasada, la OMS abrió un foro para discutir el cambio de nombre de la enfermedad en respuesta a las preocupaciones sobre el estigma y el racismo.
El organismo sanitario mundial dijo que la medida se tomó para “evitar ofender a cualquier grupo cultural, social, nacional, regional, profesional o étnico, y minimizar cualquier impacto negativo en el comercio, los viajes, el turismo o el bienestar animal”.
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