Una vacuna personalizada contra el cáncer que utiliza una tecnología similar a la de las inyecciones Covid ha producido resultados iniciales “realmente esperanzadores”, según los investigadores.
La vacuna se administró a ocho pacientes con cáncer de cabeza y cuello en el Centro Oncológico de Clatterbridge del NHS después de haber recibido el tratamiento estándar. Ninguno de los pacientes sufrió una recaída varios meses después.
Sin embargo, dos pacientes de un grupo de control que no recibieron la vacuna vieron cómo el cáncer reaparecía.
El profesor Christian Ottensmeier, oncólogo médico consultor y director de investigación clínica del centro, dijo Sky News que era “cautelosamente optimista” sobre los hallazgos.
“Estoy muy esperanzado, sí”, dijo. “Estoy bastante entusiasmado con ello. Todos los datos apuntan en la dirección correcta”.
El jab, cuyo nombre en clave es TG4050, está fabricado por una empresa francesa llamada Transgene que utiliza una tecnología similar a la que produjo la vacuna Covid de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
La vacuna está hecha a medida para cada paciente con el ADN encontrado en sus tumores. Tras ser inyectada, se ordena al organismo que cree proteínas idénticas a las que se encuentran en la superficie de los tumores, desencadenando una respuesta inmunitaria.
En teoría, cualquier célula cancerosa que muestre esas mismas proteínas de superficie y que permanezca en el torrente sanguíneo después de la cirugía es destruida por las células T, impidiendo que el cáncer se afiance.
“El sistema inmunitario puede ver cosas que no podemos ver en los escáneres”, dijo el profesor Ottensmeier Sky News. “Es mucho más inteligente que los seres humanos.
“Si podemos entrenar al sistema inmunitario para que elija esas células que de otro modo conducirían a una recaída en un momento en el que ni siquiera podemos verlas, las posibilidades de supervivencia a largo plazo de nuestros pacientes son mucho mayores”.
Treinta pacientes participan en el ensayo sobre el cáncer de cabeza y cuello. La mitad recibirá la vacuna en cuanto termine el tratamiento convencional, y la otra mitad sólo cuando recaiga.
El cáncer de cabeza y cuello se diagnostica cada año a más de 12.000 personas en el Reino Unido y a 65.000 en Estados Unidos. Matan a algo más de 4.000 británicos al año y a 14.000 estadounidenses.
Hay más de 30 zonas dentro de la cabeza y el cuello en las que puede desarrollarse el cáncer, incluidas la boca y la garganta. Los pacientes con este tipo de cáncer tienen una alta probabilidad de que su tumor vuelva a aparecer.
Los médicos son optimistas respecto a la vacuna porque es muy específica para el cáncer de cada persona. La Dra. Maud Brandely, directora médica de Transgene, dijo que ofrecía a los pacientes una “nueva esperanza” en la carrera por el tratamiento del cáncer.
Sin embargo, la Dra. Juanita López, investigadora clínica del Instituto de Investigación del Cáncer, advirtió que la estrategia de vacunación “altamente personalizada” requiere mucho tiempo y es compleja, ya que se necesitan unas cuatro semanas para generar una vacuna para un solo paciente.
También es “enormemente cara”, dice, lo que plantea la cuestión de si un tratamiento de este tipo podría proporcionarse de forma viable a través del NHS.
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