El líder chino Xi Jinping se reunió el jueves con el rey y el príncipe heredero de Arabia Saudí durante su visita al reino, solidificando los lazos con una región crucial para los suministros energéticos de su país mientras se intensifican las sanciones a Rusia por su guerra contra Ucrania.
Xi llegó al palacio de Al Yamama en Riad y fue recibido por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, el hijo asertivo del rey que está listo para gobernar el reino rico en petróleo en las próximas décadas. Xi estrechó la mano del príncipe mientras una guardia de honor a caballo portaba banderas saudíes y chinas.
No quedó claro de inmediato en qué se centraron los dos en sus conversaciones, aunque Xi en una columna publicada por el periódico Al Riyadh dijo “los intercambios entre China y los estados árabes se remontan a más de 2.000 años. La columna también citaba un dicho del profeta islámico Mahoma: “Buscad el conocimiento aunque tengáis que ir tan lejos como China”.
“El pueblo árabe valora la independencia, se opone a la interferencia externa, se opone a la política de poder y a la prepotencia, y siempre busca el progreso”, decía la columna de Xi.
También señaló que los países del Consejo de Cooperación del Golfo, que incluyen a Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, sirven de “depósito de energía para la economía mundial”. China, el mayor importador de crudo del mundo, depende en gran medida del petróleo saudí, pagando decenas de miles de millones de dólares anuales al reino.
Los Estados árabes del Golfo están intentando recalibrar su política exterior a medida que Estados Unidos desvía su atención hacia otros lugares del mundo.
La guerra de Rusia contra Ucrania y el endurecimiento de la postura de Occidente hacia Moscú también han hecho que los países árabes quieran estrechar lazos con China. Para el príncipe Mohammed, recibir a Xi refuerza su propio perfil internacional tras haber sido vinculado al asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi.
Más allá de las compras de petróleo de China, su experiencia en la construcción podría aprovecharse también para la ciudad futurista de Neom, prevista por el príncipe Mohammed, de 500.000 millones de dólares, en el Mar Rojo. Las constructoras chinas han trabajado en otros países árabes del Golfo Pérsico, sobre todo en Dubai (EAU).
Arabia Saudí, que alberga los lugares más sagrados del Islam, también ha dado cobertura política a China en sus duras políticas hacia los uigures y otras minorías musulmanas. Más de un millón han sido enviados a centros de detención, obligados a denunciar el islam y a jurar lealtad a Xi y al partido.
El viaje a Arabia Saudí supone un paso más de Xi para restaurar su perfil global tras haber pasado la mayor parte de la pandemia dentro de China. La visita es su tercer viaje al extranjero desde principios de 2020. También se produce cuando Xi, a quien se le concedió un tercer mandato de cinco años como líder en octubre, se ha enfrentado a protestas callejeras por sus políticas de cero-COVID-19 que representan el desafío más significativo a su gobierno.
Durante la visita, se espera que Xi asista a la cumbre inaugural China-Estados árabes y a una reunión del CCG.
___
Siga a Jon Gambrell en Twitter en www.twitter.com/jongambrellAP.
Comments