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Alemania va a empezar a reforzar su infraestructura de búnkeres y sótanos tras la invasión rusa de Ucrania, según ha declarado la ministra del Interior del país.
El Gobierno mejorará sus sistemas de refugios públicos, al tiempo que creará nuevas reservas para casos de crisis, reveló Nancy Faeser.
“Actualmente hay 599 refugios públicos en Alemania,” dijo al periódico Welt am Sonntag el sábado. “Comprobaremos si podemos mejorar más de esos sistemas. En cualquier caso, el desmantelamiento se ha detenido”.
Añadió que se ha ordenado a los funcionarios que elaboren nuevos conceptos para reforzar los aparcamientos subterráneos, las estaciones de metro y los sótanos para convertirlos en posibles santuarios en caso de conflicto, mientras que se han dado 88 millones de euros a los estados federales para instalar nuevas sirenas antiaéreas.
Se mejorarán los suministros de emergencia de equipos médicos, ropa protectora, máscaras y medicamentos en todos los grandes centros de población, añadió.
Pero admitió que aún queda mucho por hacer: “En lo que respecta a la cobertura nacional, ni siquiera estamos cerca”, afirmó.
La precaución, impensable hace sólo dos meses, llega después de que el canciller Olaf Scholz hiciera la histórica promesa de aumentar el gasto en defensa y reforzar el ejército alemán.
Ante el Bundestag a finales de febrero, Scholz anunció 100.000 millones de euros adicionales en fondos militares, una ruptura histórica con la tradición del país de mantener una fuerza de combate relativamente mínima, arraigada en su historia como agresor durante la Segunda Guerra Mundial.
El anuncio del búnker también se produce cuando muchos en el Reino Unido han empezado a cuestionarse si estaría suficientemente preparado para un ataque con misiles o incluso nuclear.
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