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La defenestración política de Liz Cheney puso de manifiesto las marcadas divisiones del Partido Republicano en la noche del martes, cuando partidarios y detractores reaccionaron ante su derrota.
Donald Trump y sus partidarios habían tratado de castigar a la Sra. Cheney, la hija del ex vicepresidente republicano Dick Cheney, por participar en la investigación de la Cámara de Representantes sobre el asalto al Capitolio el año pasado.
A última hora de la noche del martes lo consiguieron, despojando a la congresista de Wyoming y estridente crítica de Trump de la candidatura republicana para las elecciones de mitad de mandato de este año.
“Liz Cheney debería estar avergonzada de sí misma, de la forma en que actuó y de sus palabras y acciones rencorosas y mojigatas hacia los demás”, dijo el señor Trump en su red social personal Truth Social.
“Ahora puede finalmente desaparecer en las profundidades del olvido político donde, estoy seguro, será mucho más feliz de lo que es ahora”.
La presidenta de la conferencia del GOP en la Cámara de Representantes, Elise Stefanik, calificó a la Sra. Cheney de “marioneta de Nancy Pelosi”, mientras que la congresista del GOP de Colorado, Lauren Boebert, se limitó a tuitear “¡Cheney, BYE!”
La colega de extrema derecha de Boebert, Marjorie Taylor Greene, se unió al ataque, tuiteando: “Se está enviando un claro mensaje sobre lo que debe ser el Partido Republicano. No es nada como la mentirosa Liz Cheney, que no se parece en nada a Abraham Lincoln”.
Esas palabras eran una referencia al encendido discurso de concesión de la Sra. Cheney, en el que se comparó con Lincoln y advirtió que las “mentiras venenosas” del Sr. Trump ponían en peligro a todo el país.
“Hace dos años gané estas primarias con el 73% de los votos. Podría haberlo hecho de nuevo. El camino estaba despejado. Pero hubiera requerido que me prestara a la mentira del presidente Trump sobre las elecciones de 2020”, dijo.
Mientras tanto, los aliados de la señora Cheney en el partido republicano ofrecieron elogios y consuelo. “Este es el principio, no el final para Liz Cheney. Estoy con Liz”, dijo Alyssa Farah Griffin, una ex asesora tanto del señor Trump como de su vicepresidente Mike Pence.
“Gracias Liz Cheney”, dijo Olivia Troye, ex asesora antiterrorista del señor Pence.
El veterano consultor político republicano Tim Miller criticó a la oponente victoriosa de la Sra. Cheney, Harriet Hageman, por resistirse al ascenso del Sr. Trump en 2016 para luego declarar su “apoyo inequívoco al intento de Trump de convertirse en un autócrata no elegido”.
Antes del cierre de las urnas, la senadora republicana Lisa Murkowski había declarado a NBC News que el Partido Republicano “debería [not] ser el partido de un solo individuo”, diciendo que el apoyo incondicional de sus colegas al señor Trump “dejaría atrás a muchos estadounidenses”.
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