Cómo un enfoque de automatización puede dar nueva vida al marketing

INDG Grip es cliente de Business Reporter

¿Recuerdas cuando los anuncios de Facebook y los vídeos pre-roll de YouTube eran lo único que importaba? Ahora considere sólo una pequeña selección de lo que está disponible hoy en día: Facebook e Instagram tienen más de una docena de opciones publicitarias diferentes, mientras que Snapchat, WeChat y TikTok tienen varias propias. Nombres tan conocidos como Google, YouTube y Twitter están ampliando continuamente sus opciones. No sólo se diferencian por el formato, sino que todos requieren sus propios tipos de contenido.

Fíjate en Amazon. Uno de los principales canales publicitarios, necesita ahora un contenido específico para todos esos anuncios, aunque sigue mostrando contenido en una miríada de formas “tradicionales”. Además, hay otros cientos de minoristas potencialmente relevantes que también necesitan contenidos en formatos específicos. Y no hablamos sólo de imágenes o vídeos.

No, en serio: es mucho contenido

Llegan los anuncios de realidad aumentada (AR). Se están abriendo plataformas de juego como Fortnite. Plataformas comunitarias como Discord y Reddit presentan sus propias posibilidades. Incluso se habla de algo llamado Metaverso. También hay un Omniverso. Aunque la lista de medios ya es interminable, sigue creciendo y creciendo. Es obvio para cualquiera que tenga medio ojo abierto: nuevas plataformas y formatos van a aparecer todo el tiempo.

Y eso son sólo los canales. Hay que localizar todo ese contenido. También hay que personalizarlo cada vez más, adaptándolo a grupos de destinatarios cada vez más pequeños, casi hasta el individuo.

Si esto parece un reto, también hay que tener en cuenta la cuarta dimensión: el tiempo. Las marcas utilizan el marketing en tiempo real para responder o comentar situaciones a medida que se desarrollan. Y para ello necesitan contenidos de calidad cuidadosamente formulados. ¿Piensa dormir mucho?

La producción habitual dice: “De ninguna manera”

Bueno, en realidad no dicen eso. Dicen que pueden manejarlo: “Adelante”. La mayoría de las empresas de marketing dirán que pueden encargarse de todo esto, pero en el fondo están luchando frenéticamente para aumentar la escala y producir aún más digitalmente. Invertirán dinero en sesiones fotográficas, en talento de postproducción y en grandes volúmenes de retoque. Muchas de ellas ya ofrecen servicios de modelado y animación en 3D, al tiempo que intentan averiguar la mejor manera de incluir la traducción y la localización en la mezcla. Se están cargando los servicios que ofrecen, tanto digitales como tradicionales.

Pero aunque las herramientas sean digitales, el trabajo sigue siendo muy manual. Sin duda, la gente se dedica a racionalizarlo todo, pero hay un fallo importante que rompe la realidad: el resultado siempre estará limitado por el número de personas (cualificadas) que puedan trabajar en él. No hay ninguna posibilidad de que todo esto se mantenga, teniendo en cuenta la rapidez con la que crece la demanda de contenidos.

El ordenador dice “sí”

Entonces, ¿qué pasa si la producción en sí se virtualiza? No sólo se digitalizarían las herramientas, sino también todo el trabajo que hay detrás de la creación de un resultado final perfectamente ajustado a su canal, formato, audiencia, mensaje y producto. Totalmente automatizado, ese trabajo se convertiría también en totalmente digital.

Algunas de las imágenes utilizadas en este vídeo son cortesía de Beiersdorf

Esto seguirá requiriendo esfuerzo y trabajo duro. Pero todo el trabajo pesado sólo se hace una vez, por adelantado. Se empieza por virtualizar el producto en un modelo 3D, lo que algunos llaman “gemelo digital” o “versión virtual”. Y luego, para mantener contentos a los guardianes de la marca, también hay que codificar su aspecto, tacto y comportamiento, de modo que el contenido se ajuste automáticamente a la marca en todo momento, sea cual sea el resultado. Una vez codificada correctamente, la representación puede convertirse en lo que se necesite, ya sea una foto de alta resolución, un vídeo o un interactivo.

Luego, se puede reinventar a voluntad. ¿Es necesario que la etiqueta del frasco de perfume esté en mandarín? Sí. ¿El anuncio debe mostrar el frasco descansando sobre un pañuelo de seda tradicional chino? Hecho. ¿El superhéroe tiene que hacer malabares con diferentes latas de refresco? Hecho. ¿Quieres personalizarlo con “Te quiero Steve”? También podrías hacerlo, pero es un poco cursi.

Este proceso ya ha sido adoptado por algunas de las mayores marcas de belleza y lujo del mundo para agilizar los flujos de trabajo y dirigirse al mundo con un contenido visual bello, coherente y de alta calidad (lo sabemos porque les hemos ayudado).

Preparados para el futuro

Con la producción virtual ya no hay límites a la cantidad de contenido ni a la velocidad a la que hay que producirlo. Y hay otra ganancia: no se necesita combustible ni gasolina para las sesiones fotográficas o el transporte,las marcas también pueden reducir su huella de carbono.

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Publicado originalmente en Business Reporter