Wodos agradecemos a nuestras estrellas de la suerte que Sherlock Holmes se resistiera a la llamada del lado oscuro, y que los escritores de novelas policíacas se conformaran con representar sus sombrías fantasías en la página. Lo mismo pensé de Rob Shapland cuando me reuní con él para tomar un café en el hotel Hoxton de Londres. No en vano, era evidente que si él lo decidía, no había nada sobre mí que no pudiera averiguar.
Pero no estaba demasiado preocupado. Shapland no sólo se rige por la belleza de los contratos, sino que me pareció un tipo ético. Todo forma parte de su persona, por supuesto, especialmente cuando se trata de “ataques de pluma”.
Shapland es jefe de innovación y hacker ético en Falanx Cyberque se especializa en la protección de las organizaciones contra los hackers de la variedad no ética. Tiene que ser capaz de pensar como un villano sin convertirse en uno. “El objetivo de Falanx es ayudar a las empresas, en su mayoría PYMES, a defenderse. Tenemos soluciones que sabemos que funcionan, porque nosotros también atacamos.”
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