Los automovilistas podrían tener por fin una buena noticia después de que los precios del petróleo volvieran a caer por debajo de los niveles registrados cuando Rusia invadió Ucrania.
El crudo Brent bajó el martes, cayendo un 0,8 por ciento a 94,21 dólares, mientras que el precio de referencia norteamericano, el West Texas Intermediate, cayó un 0,4 por ciento a 88,98 dólares.
Los conductores se han enfrentado a precios récord en los surtidores en las últimas semanas después de que la guerra en Ucrania desatara el temor por el suministro mundial de petróleo y provocara que los gobiernos occidentales tomaran represalias con sanciones a Rusia, el segundo productor mundial de crudo.
Los precios del petróleo han caído más de un tercio desde su máximo en marzo, pero los precios pueden tardar varias semanas en filtrarse a las estaciones de servicio.
La gasolina cuesta 173,5 peniques por litro y el gasóleo 184,2 peniques, según los últimos datos del RAC.
La caída de los precios se debe a los crecientes temores de que la economía mundial se encamina a una importante desaceleración o incluso a una recesión a medida que el crecimiento se debilita en China y Europa.
Los datos publicados por Pekín esta semana han sido peores de lo que esperaban los analistas, mientras que en Europa el crecimiento ha sido débil en general, con señales especialmente preocupantes procedentes de Alemania.
El banco central de China, el mayor importador de crudo del mundo, recortó los tipos de interés para reactivar la demanda, ya que los datos mostraron una desaceleración inesperada de la economía en julio.
Tanto la actividad manufacturera como el gasto de los consumidores se han visto perjudicados por la política de cero celo de Pekín y la crisis inmobiliaria.
La producción de las fábricas del sector industrial del país creció un 3,8 por ciento en julio con respecto al año anterior, por debajo de las previsiones de crecimiento del 4,6 por ciento realizadas por los analistas en una encuesta de Reuters.
Las ventas al por menor aumentaron un 2,7 por ciento con respecto a un año antes, de nuevo significativamente por debajo de las expectativas, ya que la recuperación económica de China tras el cierre de la pandemia a principios de este año mostró signos de agotamiento.
La economía china se libró por poco de una contracción en el segundo trimestre, lastrada por el cierre del centro comercial de Shanghái y la profundización de la caída del mercado inmobiliario, así como por la persistente debilidad del gasto de los consumidores.
El sector inmobiliario del país, sacudido por un boicot hipotecario, ya que miles de compradores de viviendas se niegan a seguir pagando los pisos inacabados comprados sobre plano, también se debilitó en julio.
Susannah Streeter, analista senior de Hargreaves Lansdown, dijo: “Crece la preocupación por el oscurecimiento de las perspectivas de crecimiento global a medida que las economías se ralentizan en todo el mundo, lo que hace bajar los precios del petróleo ante la expectativa de una menor demanda”.
“El crudo Brent de referencia volvió a caer por debajo de los 94 dólares el barril, a un nivel que alcanzó por última vez en febrero, en medio de las preocupaciones de que la reciente debilidad de China persista y de que la inflación galopante haga que los consumidores y las empresas de otros países recorten sus gastos.”
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