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Elon Musk, consejero delegado de Tesla, ha comprado una gran participación en Twitter, allanando el camino para posibles turbulencias sobre la postura de la plataforma de medios sociales sobre la libertad de expresión.
El multimillonario compró el 9,2% de la compañía, por un valor de casi 3.000 millones de dólares, según una presentación ante la Comisión de Valores de Estados Unidos.
“Oh hi lol”, ha sido su único tuit desde el anuncio, que hizo subir las acciones de Twitter más de un 25%.
Musk es uno de los usuarios más populares de Twitter, con más de 80 millones de seguidores. También es especialmente prolífico, ya que utiliza su cuenta para compartir memes, así como para actualizar su vida y sus empresas.
Sin embargo, esos tuits han causado problemas al señor Musk en el pasado. En 2018, por ejemplo, tuiteó que Tesla se convertiría en una empresa privada, lo que inició un periodo en el que fue investigado por la SEC, así como la pérdida de su puesto como presidente de la compañía.
En las últimas semanas, el señor Musk ha utilizado su cuenta para publicar sobre el propio Twitter, y las normas que lo rigen.
El 24 de marzo, tuiteó que estaba “preocupado por el sesgo de facto en ‘el algoritmo de Twitter’ que tiene un efecto importante en el discurso público”, y compartió una encuesta invitando a sus seguidores a votar sobre si ese algoritmo debería ser de código abierto.
Un día después, tuiteó que “la libertad de expresión es esencial para el funcionamiento de la democracia”, y encuestó a sus seguidores sobre si pensaban que “Twitter se adhiere rigurosamente a este principio”. Después de que el 70,4 por ciento de los encuestados votara que no lo hacía, preguntó a sus seguidores “qué debería hacerse”.
El Sr. Musk compró sus acciones de Twitter antes de esas publicaciones -los archivos de la SEC indican que la compra se produjo el 14 de marzo-, aunque no se ha hecho pública hasta hoy.
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