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Dos cadáveres han sido sacados de entre los escombros después de que Rusia bombardeara la ciudad de Nikopol, en el sur de Ucrania, el último de una serie de bombardeos mortales sobre zonas urbanas.
Otros dos resultaron heridos en el ataque del sábado, según las autoridades.
El ataque se produjo después de otros ataques de largo alcance contra ciudades, que han dejado tras de sí un rastro de destrucción y un número de muertos.
Se cree que al menos 39 personas han muerto en bombardeos urbanos desde el jueves, y decenas más han resultado heridas.
Las autoridades dicen que Nikopol, que se encuentra a lo largo del río Dnipro, fue la última en ser golpeada el sábado por la mañana.
El gobernador de su región, Dnipropetrovsk, dijo que Rusia había disparado 53 cohetes Grad contra la ciudad.
Las imágenes muestran un agujero en la parte superior de un edificio y a los bomberos retirando los escombros tras el ataque.
Los equipos de rescate recuperaron los cuerpos de dos personas que habían quedado atrapadas bajo los escombros, según los servicios de emergencia.
El ataque se produjo horas después de que los bombardeos rusos afectaran a la ciudad de Dnipro, situada a unos 120 km al norte de Nikopol.
Al menos tres personas murieron y 15 resultaron heridas cuando los cohetes impactaron en una planta industrial y en las calles adyacentes, dijo el gobernador regional.
Mientras tanto, otro ataque ruso alcanzó la ciudad nororiental de Chuhuiv en la región de Kharkiv, matando a tres personas -incluida una mujer de 70 años- e hiriendo a otras tres, según las autoridades.
El ataque dañó un bloque residencial, una escuela y una tienda, según el gobernador regional.
Ocho personas murieron y 13 resultaron heridas en una serie de bombardeos en 10 localidades de la región oriental de Donetsk, dijo el viernes el gobernador Pavlo Kyrylenko.
El jueves, misiles de crucero Kalibr lanzados desde un submarino ruso en el Mar Negro alcanzaron un edificio de oficinas en Vinnytsia, una ciudad al suroeste de Kiev.
Las autoridades ucranianas dijeron que este ataque mató al menos a 23 personas, y el presidente Volodymyr Zelensky lo calificó de “acto de terror abierto”.
Rusia ha negado repetidamente haber atacado zonas civiles, a pesar de las crecientes pruebas de que sus misiles han alcanzado zonas residenciales en todo el país.
Las Naciones Unidas estiman que miles de civiles han muerto desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero.
Información adicional de Reuters
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