La transición a un modelo empresarial más responsable

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La sostenibilidad y los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), que antes se consideraban un complemento opcional de las operaciones de una empresa, ahora se consideran vitales para su crecimiento futuro. Las organizaciones ya no se limitan a preguntar cuando una agenda de sostenibilidad debe integrarse en la planificación, sino que – y más importante – cómo se puede llevar a cabo una transición sólida y significativa sin que la empresa se vea perjudicada.

En los últimos años, los inversores han tenido claro que los marcos ESG de sus posibles clientes son factores centrales a la hora de determinar la posible provisión de activos. Y no se trata sólo de una cuestión ética: el cambio climático y las crisis relacionadas se han convertido en un factor definitorio de la viabilidad a largo plazo de las empresas, y los inversores quieren que sus inversiones cosechen rendimientos en el futuro.

Pero, ¿no hay riesgos importantes en la evolución de las prácticas empresariales con las demandas cambiantes? ¿No existe la posibilidad de que si una empresa pasa de un enfoque puramente económico del crecimiento empresarial a otro que incorpore consideraciones sociales y ecológicas, su crecimiento se vea afectado de forma significativa? Para muchas empresas, la consecución de los objetivos ASG no consiste únicamente en hacer retoques aquí y allá para limitar el consumo de energía y la generación de residuos. Hay cadenas de suministro que examinar, comunidades que contemplar y los comportamientos de los consumidores que compran y utilizan sus productos que considerar. No integrar cuidadosamente la sostenibilidad en la estrategia empresarial podría introducir riesgos, aumentar los costes e incluso amenazar la viabilidad a largo plazo de una organización.

Construir la base necesaria para lograr un impacto

Cority ha ayudado a muchas organizaciones en su transición hacia la ESG y la sostenibilidad. Saben que un factor clave para el éxito es la necesidad de que las empresas desarrollen una base de estructuras y herramientas de gobernanza que las guíen en el proceso. Éstas comprenden políticas, funciones definidas, procesos y sistemas de información que ayuden a comunicar y comprometerse con los empleados y la comunidad empresarial, los inversores y los reguladores. Esto también les permite recoger y agregar datos de alta calidad a partir de los cuales pueden tomar decisiones.

Las empresas deben involucrar a las partes interesadas internas y externas para determinar dónde tienen un impacto y alinear los objetivos de rendimiento de sostenibilidad con las expectativas. También es fundamental mejorar su acceso a la información y los procesos de recopilación de datos. ¿Disponen de los datos que necesitan? ¿Son los datos lo suficientemente detallados como para permitir la comprensión de los aspectos de las operaciones en los que las acciones pueden tener un impacto? ¿Son precisos los datos? ¿Pueden ser comunicados, auditados, asegurados y ser objeto de confianza por parte de los interesados?

Sin estas herramientas, procesos y datos, las empresas no pueden determinar de forma fiable qué acciones pueden llevarse a cabo para cumplir los objetivos que ellas y sus inversores se han fijado. Y esto tendrá efectos en cadena.

Cambios en las exigencias de los empleados y las partes interesadas

Más allá del creciente número de requisitos de información y reglamentos -como la taxonomía de la UE para las actividades sostenibles y el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR)-, numerosos estudios han demostrado que los empleados valoran mucho las credenciales de sostenibilidad de los posibles empleadores. Las encuestas han demostrado que los candidatos son más propensos a trabajar en una empresa que ha desarrollado políticas medioambientales sólidas. Por otra parte, está demostrado que tener objetivos claros en torno a la sostenibilidad tiene un efecto positivo en la posibilidad de que las empresas puedan retener a sus empleados.

En estas conclusiones se encuentra otra realidad que las empresas deben reconocer y actuar. Para que el cambio hacia un rendimiento empresarial más sostenible sea efectivo y duradero, debe convertirse en parte de la cultura de la empresa. Para que los empleados participen, deben sentirse parte del proceso. Por tanto, es vital que haya una comunicación clara sobre los objetivos de sostenibilidad entre la dirección y el personal, y que los empleados sepan por qué se están realizando los cambios, en qué medida son relevantes para ellos y cómo pueden influir en el rendimiento.

Centralizar las decisiones basadas en datos

Con herramientas para la participación de los empleados, el compromiso de las partes interesadas, el contacto con los proveedores y la elaboración de informes, Cority ayuda a las organizaciones a colaborar, intercambiar información y contar su historia de sostenibilidad tanto interna como externamente.

Su nube de sostenibilidad es fundamental para que Cority pueda dirigir a las empresas hacia un mejor rendimiento en materia de sostenibilidad. Un valor clave de la tecnología de la nube es que puedeagilizar la agregación de datos de sostenibilidad mediante integraciones, procesos automatizados y herramientas de recopilación simplificadas, lo que permite a las empresas recopilar, estandarizar, procesar y analizar los puntos de datos necesarios para las auditorías y acciones de sostenibilidad.

A continuación, Cority utiliza una serie de herramientas para organizar esos datos en una única fuente central, garantizando así la elaboración de informes coherentes y racionalizados. Además, organiza y analiza los datos operativos, lo que significa que las empresas pueden identificar los cambios operativos que mejorarán el rendimiento y les permite rastrear sus datos desde la fuente hasta el informe. Estos datos no sólo son exhaustivos y precisos, sino que también son capaces de soportar rigurosas auditorías financieras.

Esta centralización de los datos significa que, por ejemplo, una gran organización que identifica la reducción de residuos como una iniciativa estratégica puede tener un sistema en el que una serie de puntos de datos dispares pueden reunirse, analizarse y mejorarse; los sitios pueden ser evaluados y comparados; los sitios con métodos de eliminación menos deseables pueden ser identificados y se pueden tomar medidas; los flujos de residuos divergentes pueden ser detectados; y las decisiones de compra pueden basarse en el uso específico del sitio. Todo ello se traduce, en última instancia, en una reducción de la huella, el impacto y el coste.

Conocer a las organizaciones donde están

Sólo si los datos se organizan y analizan cuidadosamente, proporcionando una visión holística del rendimiento de toda la organización, se pueden desarrollar y aplicar planes de acción eficaces. Los empresarios pueden, por ejemplo, impartir formación específica en aquellos lugares en los que es necesario mejorar los métodos, así como en otros puntos débiles. Como resultado, se pueden evaluar las huellas, reducir el impacto ambiental y ahorrar dinero. La mejora del rendimiento de una empresa llegará rápidamente a los que importan: empleados, inversores y consumidores.

Tanto si una organización acaba de empezar como si está trabajando para avanzar en un programa de sostenibilidad ya establecido, la potente y flexible solución Cority puede llegar a las empresas donde están y evolucionar con ellas para apoyar el éxito y la sostenibilidad a largo plazo de su negocio.

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Publicado originalmente en Business Reporter