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Ta Autoridad de Aviación Civil (CAA) siempre se iba a encontrar con turbulencias en el tema de las tasas que Heathrow cobra a las compañías aéreas por la explotación de sus terminales, pistas y otras instalaciones.
El aeropuerto quería que se aumentasen, de una media ya abultada de 30,19 libras por pasajero, lo que lo convertía en uno de los centros de operaciones más caros del mundo. Esta cifra, que supone un fuerte aumento respecto a las 22 libras anteriores, se anunció en diciembre del año pasado. La CAA la autorizó con carácter provisional, en reconocimiento de “la incertidumbre sobre la recuperación del volumen de pasajeros en el aeropuerto tras la pandemia”. A esto último no ayudó la aparición de Omicron.
Evidentemente, Covid hizo mella en el modelo financiero del aeropuerto, que era deficitario. Lo hizo con industrias de casi todos los sectores, incluidas las aerolíneas. Ahora, la CAA ha pedido a Heathrow que reduzca las tasas, para que bajen de forma constante, hasta 26,31 libras por pasajero en 2026. La CAA estableció inicialmente una horquilla de entre 24,50 y 34,40 libras para su consideración.
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